«Me gustaría sonreír / pero no tengo tantas drogas hoy aquí».
Robe Iniesta, en El día de la bestia.
Dic 10 2008
«Me gustaría sonreír / pero no tengo tantas drogas hoy aquí».
Robe Iniesta, en El día de la bestia.
Dic 10 2008
Extraído de un artículo de mi admirado (aunque no siempre esté de acuerdo con él) Arturo Pérez-Reverte. Lo he leído en <em>Con ánimo de ofender</em>, una recopilación de artículos. Este en particular fue publicado el 7 de febrero de 1999 en El Semanal, actualmente XLSemanal. He intentado encontrar la fuente en Internet, pero he sido incapaz de hacerlo. Unas búsquedas en Google me han llevado hasta D’Oh, a quien agradezco el esfuerzo de la transcripción.
<blockquote>Nadie sabe de verdad lo que es África hasta que no ha vivido -si es que vive para contarlo- una <em>matata mingui</em>, que es como se dice jaleo del carajo en lingala, o sea, en una de las lenguas locales que hablan allí. Cuando eso ocurre, lo que sale en la tele no sirve ni remotamente para hacerse idea. Cuando de verdad se monta un pifostio africano, o sea, una merienda de negros de color, y mis primos se ponen hasta arriba de cerveza, o de <em>banga</em>, o de lo que tengan a mano, y luego echan mano de la escopeta y del machete -les encantan esos machetes grandes y afilados que sirven para chapear la selva y para amputar al prójimo-, esas escenas que vemos de niños agonizando de hambre con los buitres preguntando quién da la vez son un paraíso de buenas maneras comparado con la que se lía. Aquello es, para que se hagan idea, como si cinco mil hooligans ingleses desesperados de la vida confundieran un bar de Benidorm con una carnicería, y cada uno estuviera dispuesto a cortarse su propio filete.
Les juro por mis muertos más frescos que el arriba firmante ha tenido miedo muchas veces a lo largo de su puta vida, sobre todo cuando se ganaba el pan a tanto el fiambre para el telediario; pero en pocas ocasiones conocí tan de cerca el canguelo como cuando en África tuve enfrente a unos cuantos fulanos dando traspiés con el casco al revés, el blanco de los ojos amarillo, una botella de cerveza en una mano y un Kalashnikov en la otra, preguntándome qué se te ha perdido por aquí, blanco cabrón. Allí, la kale borroka que se montan los jarrais de doce años con lanzagranadas -en África también se lleva mucho eso de las tribus, y las chiquilladas, y lo de ellos y nosotros- es la leche. Todavía siento sudores fríos cuando recuerdo algunos ratos: aquel fulano con un viejo subfusil Sten y unas rayban puestas, que tenían la etiqueta del precio todavía pegada en mitad del cristal, cuando dijo que me quitara los zapatos y me volviera de espaldas, por ejemplo; o el grupo de mozambiqueños fumados hasta el tuétano, discutiendo entre ellos en portugués cómo iban a machetearnos a mi cámara Paco Custodio y a mí, reservándose vivo a Nacho, el técnico de sonido, porque era jovencito, y tenía los ojos azules y el culito tierno. En África, resumiendo, aprendí un par de cosas. Entre ellas, que allí la vida humana no vale una mierda, y que las mujeres, monjas incluidas, cuando las violan diez o quince tíos uno detrás de otro, primero gritan y luego se resignan.
Y hoy resulta que, con toda esa información previa que con mucho gusto quisiera no tener, leo en un periódico que de nuevo hay pajarraca en África, y que en mitad de ese zipizape sigue habiendo, como siempre hubo, un puñado de curas y de monjas con dos cojones que siguen a pie de obra, y que se niegan a ser evacuados, y que desaparecen, y vuelven a aparecer, y desaparecen de nuevo en las zonas más peligrosas de la movida, haciendo aquello para lo que fueron allí: ayudar a otros seres humanos aunque sepan que eso no va a cambiar nada; dejarse la salud, la piel y la vida por aquello en lo que creen, sea una fe o sea una idea. Y leo esas informaciones y no puedo evitar ponerles rostros de gente a la que conocí, que a lo mejor en algún caso es la misma. Curas y monjas que a veces ni lo parecen, con los pelos largos, y las barbas, y las camisetas de heavy metal, que se la juegan un día sí y otro también en sus misiones y en sus hospitales, ayudando a nacer, ayudando a vivir, ayudando a morir a su gente, a sus hermanos, sin abandonarlos ni cuando amenaza el más horrible final. Ayudando, en resumen, al hombre a salvarse no en el hipotético reino de los cielos -que eso viene luego- sino aquí, en el jodido valle de lágrimas, en la tierra. Cogiendo en sus manos otras manos escuálidas o ensangrentadas, inclinando la cabeza para murmurar unas palabras de consuelo; o si se tercia, después y por ese orden, una oración.
Por eso, cuando a veces leo o escucho las mezquinas gilipolleces de monseñor Setién, monseñor Carles, el arzobispo de las Chimbambas, o el papa Wojtila y su enfermiza obsesión por que no forniquemos ni abortemos, siempre me digo: tranquilo, Arturín, no te cabrees, no blasfemes, piensa en los otros. Piensa en todos los que viste erguidos y serenos en mitad de la sangre y la locura. Piensa en los curas y monjas que siguen dispuestos a dejarse hacer pedazos, ellos y ellas, por dar testimonio de que también son posibles la dignidad y la vergüenza bajo el signo de la cruz.</blockquote>
Dic 08 2008
Hace unos días se celebró en Madrid el I Fórum de Pastoral Juvenil, que apenas ha tenido repercusión en los medios. Es curioso, porque El País habría disfrutado con algunos de los momentos, como las críticas que el dibujante Cortés lanzó a las posturas oficiales, los testimonios de algunos «alejados» (una lesbiana, por ejemplo) o el mismo discurso de inauguración: aunque he sido incapaz de encontrar quién lo pronunció, me ha comentado Paula que fue bastante claro y bastante duro hacia la postura de la jerarquía, lo cual tiene más valor si tenemos en cuenta que monseñor Rouco estuvo presente en dicha inauguración y, de hecho, pronunció un breve discurso en el que templó gaitas.
Siempre he pensado que el contacto con jóvenes y niños te obliga a ser muy realista. Puedes estar convencido de tu posición, pero si tu postura en ciertos temas (no sólo sexo, sino otros temas de moral y también de liturgia) te impiden anunciar el Evangelio, se impone un poco de racionalidad.
No digo que debamos adaptar el mensaje a la sociedad actual para que pueda ser aceptado, sino que debemos cuidar cómo se presenta. Cuando empecé la catequesis de confirmación, el Centro Juvenil ya organizaba convivencias en La Adrada, y se separaba a los chicos de las chicas para dormir. Hoy no se hace así. ¿Eso quiere decir que el mensaje ahora es «haced lo que queráis»? No, se trata sólo de dormir, nada más, pero si cinco chavales van a dejar de ir a la convivencia por la segregación, la segregación no tiene sentido. Porque no debería ser nunca un fin en sí mismo, sino un medio de educar en el respeto y, cuando se convierte en otra cosa por temas sexomorales, se convierte en un error que debemos eliminar.
Seguro que Rouco Varela tendría un soponcio si asistiera a nuestras convivencias. Y sin embargo, creo que en ellas conseguimos transmitir el Evangelio, que es lo importante, no evitar infartos a los viejos.
En toda ocasión en que pienso sobre estas cosas, recuerdo dos frases de Esteban:
1.- Hay que procurar no escandalizar.
Que siempre he interpretado como que hay que cuidar que el «aggiornamento» no haga que los que quedan atrás se sientan separados.
2.- La Iglesia es puta, pero es mi madre.
Que viene a ser una forma más escandalosa de decir aquello de que la Iglesia es santa y nosotros pecadores, o que es más lo que nos une que lo que nos separa.
Creo que estoy divagando, lo iré dejando aquí.
Dic 08 2008
Harry Truman, Doris Day, China roja, Johnnie Ray,
el Pacífico Sur, Walter Winchell, Joe DiMaggio.
Joe McCarthy, Richard Nixon, Studebaker, televisión,
Corea del Norte, Corea del Sur, Marylin Monroe.
Los Rosenbergs, la bomba de hidrógeno,, Sugar Ray, Panmunjom,
Brando, «El rey y yo» y «El guardián entre el centeno».
Eisenhower, las vacunas, Inglaterra tiene nueva reina,
Marciano, Liberace, Santayana, adiós.
ESTRIBILLO
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.
Josef Stalin, Malenkov, Nasser y Prokofiev,
Rockefeller, Campanilla, el bloque comunista.
Roy Cohn, Juan Perón, Toscanini, Dacron,
la caída de Dien Bien Phu, «Rock Around the Clock».
Einstein, James Dean, Brooklyn tiene un equipo ganador.
Davy Crockett, Peter Pan, Elvis Presley, Disneylandia.
Bardot, Budapest, Alabama, Khrushchev,
la princesa Grace, Peyton Place, la crisis de Suez.
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.
Little Rock, Pasternak, Mickey Mantle, Kerouac,
Sputnik, Chou En-Lai, «El puente sobre el río Kwai».
El Líbano, Charles de Gaulle, California Baseball,
Starkwether, homicidio, los niños de la talidomida.
Buddy Holly, Ben Hur, Space Monkey, Mafia,
Hula Hoops, Castro, el Edsel es un fracaso.
Chubby Checker, «Psicosis», Belgasen el Congo.
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.
Hemingway, Eichmann, extranjero en tierras extrañas,
Dylan, Berlín, la invasión de Bahía Cochinos.
Lawrence de Arabia, beatlemanía en Inglaterra,
Ole Miss, John Glenn, Liston derrota a Patterson.
El papa Pablol, Malcolm X, sexo político británico,
J.F.K. destrozadom, qué más tengo que decir.
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
la llegada a la Luna, Woodstock, Watergate, punk rock.
Begin, Reagan, Palestina, terrorismo en las líneas aéreas
El Ayatolá está en Irán, los rusos en Afganistán.
La ruleta de la fortuna, Sally Ride, heavy metal, suicidio,
deuda externa veteranos sin techo, sida, crack, Bernie Goetz.
Jeringuillas en las costas, China bajo ley marcia,
las guerras de la cola en el rock, no puedo aguantarlo más.
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
pero cuando nos hayamos ido
seguirá ardiendo y ardiendo y ardiendo…
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego…
Letra original conseguida en 365.com.
Dic 03 2008
Esto es una entrada que tengo guardada desde hace bastante tiempo, pero no
La asignatura de Educación para la ciudadanía es totalitaria, dicen algunos. Y puede ser.
Claro que… Puede ser que sea tan totalitaria como la pretensión salesiana de formar «buenos cristianos y honrados ciudadanos». Porque, al fin y al cabo, lo que pretende EpC es ayudar a la formación integral de la persona. E «integral» se refiere a la totalidad de la persona.
Como educador, creo que es bueno que las asignaturas presenten temas transversales, pero no me parece mal que se formalicen y expliciten en algún momento, y mejor durante la educación obligatoria que después. Y como católico practicante, no estoy en contra de que todos los alumnos estudien qué convierte a una persona en un ciudadano. A mi fe no le atañe eso.
Iba a escribir «Es curioso», pero más bien es triste que los que dicen esto sean personas que se dedican a intentar imponer su visión de la sociedad al conjunto. Y estas personas pertenecen a la jerarquía de la Iglesia católica, lo cual, en ocasiones, me llena de vergüenza, cuando mean fuera del tiesto.
Creo, como he leído no recuerdo dónde ni a quién (si a alguien le suena esto, agradecería referencias) que el temor de la Conferencia Episcopal es que EpC supone la superación de la dicotomía Ética/Religión, lo cual sacaría a esta de la educación o, por lo menos, de la educación pública. Ahí les duele.
Yo creo que para formar un bagaje cultural útil en este país, la religión es irrenunciable, pero no la catequesis sino la historia. Quiero decir: en la escuela no se debe transmitir la fe, sino el conocimiento sobre la religión. La historia de España y su situación actual no se puede entender sin conocer la religión católica y, en menor medida, la islámica. Pero conocer algo no es lo mismo que seguirlo.
La catequesis, la transmisión de la fe, se debe hacer en otros lugares: la familia, la parroquia. Debemos separar lo público (lo común) de lo privado (en este caso, la fe, que no es algo común a todos).
Dic 02 2008
Leo en el Boletín Salesiano que a finales de octubre tuvo lugar el Congreso Internacional «Software libre y democratización del conocimiento» en Quito, Ecuador, y me sorprende encontrar una noticia así en una revista de información religiosa, hasta que me doy cuenta de que se ha celebrado en la Universidad Politécnica Salesiana.
Me parece muy interesante que una universidad religiosa, con todo el conservadurismo que suele conllevar, apoye y promueva el software libre. Parece que poco a poco se van consiguiendo cosas.
Y si encima son los salesianos, miel sobre hojuelas.
Dic 01 2008
En demasiadas ocasiones la excesiva generosidad es el disfraz del más absoluto egoísmo. Hay personas que siempre se apresuran a ofrecerlo todo, con objeto de crear en los demás la sensación de estar en deuda con ellos y obtener beneficios tangibles a cambio de un espejismo. Estas personas no suelen tener nada que ofrecer, y seguramente sea ésta la causa primera de su egoísmo.
De igual modo, las personas que se apresuran a amar en exceso, con frecuencia solo buscan satisfacer la necesidad desesperada de ser amados. El origen de esta desesperación es, de nuevo, la nada: son personas que no se aman a sí mismas, que están llenas de un hambriento vacío.
Probablemente no se amen porque sepan que no lo merecen, por saberse débiles, cobardes, mezquinos. Así, en ocasiones el amor no es mas que una trampa en la que creemos haber tenido la fortuna de encontrar un tesoro, y acabamos devorados por un vacío cobarde. (…)
Desde Alfredo de Hoces.
Nov 30 2008
Es noticia enEl País que la fiesta del Cordero será oficial en Melilla. Leyendo la noticia, parece ser que ya era habitual que los musulmanes practicantes hicieran fiesta ese día y no fueran a la escuela o a trabajar.
Y me he puesto a reflexionar sobre el asunto de las fiestas religiosas en España. Como católico practicante, es un tema que me afecta en dos sentidos: el laboral y el religioso. Empezaré por este último.
Pensando en aspecto religioso, parece claro que para que la libertad religiosa exista en la práctica hace falta que los creyentes de cualquier religión puedan celebrar sus fiestas de un modo apropiado. En cualquier lugar que se me ocurra, las fiestas religiosas llevan consigo ciertas obligaciones para los creyentes: asistir a ciertas celebraciones, cumplir ciertos ritos, etc.
Y esto me lleva al aspecto laboral. En una sociedad que se dice multicultural (aunque yo creo que hoy en España,ciñéndonos al aspecto religioso, podemos reducir esto a tres «culturas»: católica, musulmana y laica, pero sobre esto pensaré en otra ocasión), la multiplicación de fiestas religiosas es, sencillamente, inviable. Otra opción sería optar por algunas fiestas cristianas, otras musulmanas y otras laicas, a lo que se podría replicar que los laicos quedan marginados. Además, ¿quién decide qué número de fiestas merece cada religión, o qué fiestas merecen ser vacaciones? En la wikipedia se pueden consultar las fiestas y aparecen dos fiestas musulmanas aparte del mes de Ramadán y ¡más de una decena! de fiestas judías!. Otra crítica, más inteligente en mi opinión, es que las fiestas laicas son, en realidad de todos. Así que, ¿qué hacemos con las fiestas?
Mi opinión es que deberíamos tender hacia un modelo mixto: un conjunto de fiestas nacionales de carácter no religioso: 6 de diciembre (Día de la Constitución), 12 de octubre (Día de la Hispanidad)… e incluso crear fiestas nuevas si hace falta (¿qué tal celebrar el cumpleaños del Rey o algo así?) Y ADEMÁS dejar un número de fiestas que cada uno pudiera coger cuando quiera. Así, un cristiano puede cogerse el Triduo Pascual, un musulmán celebrar el fin del Ramadán y un ateo cogerse vacaciones cuando le parezca bien. Además, esto redundaría en una mayor flexibilidad para organizar vacaciones, algo que en la vida moderna es muchas veces difícil.
Nov 29 2008
He estado usando durante bastante tiempo el tema Berri Ocaso de Berriart, y me ha gustado, pero me parecía ligeramente demasiado estridente, y ahora he cambiado a Winter Styled de Specky, que me parece más discreto.
Esta vez me he animado a mirar las tripas del tema para castellanizarlo por completo y creo que lo he conseguido. Todavía deberé cambiar el tamaño de la letra, que me parece demasiado pequeño. Pero me gusta.
Nov 28 2008
Dijo Ephram Brown en cierta ocasión:
El caso es que sí sé lo que pasaría; sería exactamente como siempre lo había pensado: perfecto. Nunca me había preocupado por lo que pasaría si estuviéramos juntos. En el fondo sabía que esa parte funcionaría, sólo llegar hasta allí parecía imposible, era incapaz de imaginarnos en el mismo punto al mismo tiempo.
Y no creo que nadie se pregunte por qué me he sentido durante mucho tiempo identificado.
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