El filósofo iraní Ramin Jahanbegloo escribió hace poco un artículo en El País en el que trata de poner en relación la figura, fundamental en la India*, del Mahatma Gandhi. Y me parece interesante el análisis que hace de las opciones ideológicas que predominan hoy en día: el «dogmatismo religioso», el «relativismo» y el «fundamentalismo racionalista», nombres todos ellos bastante explicativos. Jahanbegloo afirma que Gandhi no se puede encuadrar en ninguna de las tres opciones sino que optó por el diálogo interconfesional (incluyendo a los ateos) , y por ello pudo superar las diferencias entre las múltiples opciones religiosas en la India y convertirse en un verdadero símbolo.
Y creo que las tres categorías de Jahanbegloo definen muy bien la situación de las creencias en el mundo occidental. Uno de los grandes problemas actuales es la falta de diálogo entre creyentes y no creyentes. Sólo hay que leer los comentarios en meneame (cuya comunidad es atea por aplastante mayoría) para darse cuenta de la incomprensión y el rechazo que provoca la fe. En el caso español, la católica, por supuesto. Entiendo que hay multitud de experiencias personales negativas, pero aun así es excesivo.
Una cosa que echo en falta actualmente es una figura no creyente cuyo prestigio sea reconocido por todo el mundo (o al menos todo el mundo con decencia). Frente a ejemplos como Gandhi, Martin Luther King o el hermano Roger de Taizé (ya sé que este es menos conocido) no hay ninguna figura así. La única persona que se me ocurre que podría llenar este hueco es Nelson Mandela, pero desconozco si es creyente, ateo o agnóstico. Y es una pena.
* Me niego a hablar de India (sin artículo) como se está imponiendo en los medios de comunicación españoles. Ya perdimos la Argentina y la China, que no nos pase lo mismo con la India.
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