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Una gota en el océano

A veces sentimos que lo que estamos haciendo es solo una gota en el océano. Pero si esa gota no estuviera en el océano, el océano sería menos por no tenerla.

Beata Teresa de Calcuta, visto en la portada de la Wikipedia.

Pat Benatar – Hell Is For Children

La pederastia es uno de los temas más delicados que se pueden tratar. Sólo conocía un grupo que se hubiera atrevido a ponerle música a esto: Los Suaves, con su maravillosamente horrible Pobre Sara. Y hoy, leyendo uno de esos blogs que entre bromas y tonterías van dejando de vez en cuando perlas de sabiduría, he conocido una cantante y una canción estremecedoras: Hell is for Children, de Pat Benatar.

Lloran en la oscuridad, así que no puedes ver sus lágrimas.
Se esconden en la luz, así que no puedes ver sus miedos.
Perdonar y olvidar, todo lo pasado.
Amor y dolor se convierten en lo mismo
en los ojos de un niño herido.
Porque el infierno,
el infierno es para los niños.
Y sabes que sus pequeñas vidas pueden convertirse en esa mierda.
Infierno.
El infierno es para los niños.
Y no deberías tener que pagar tu amor con tus huesos y tu carne.

Todos es tan confuso, este brutal abuso.
Te dejan morados los ojos y después se disculpan:
«Eres la niña buena de papá, no le digas nada a mami,
sé un buen chico y tendrás un juguete nuevo,
dile a la abuela que te caiste del columpio.

Porque el infierno,
el infierno es para los niños.
Y sabes que sus pequeñas vidas pueden convertirse en esa mierda.
Infierno.
El infierno es para los niños.
Y no deberías tener que pagar tu amor con tus huesos y tu carne.

No, el infierno es para los niños.
El infierno es para el infierno,
el infierno es para el infierno,
el infierno es para los niños…

En la muerte de Eduardo de la Fuente

Leo en polkillas.net/blog una noticia de la que me había enterado esta mañana en misa. El vicario episcopal encargado de la VIII vicaría aprovechó las preces para pedir por este sacerdote español que ha muerto en Cuba.

Parece ser que se desconocen todavía las causas de su muerte, sobre todo teniendo en cuenta que no estaba especialmente involucrado en asuntos políticos.

Pero lo que más me ha llamado la atención ha sido el hecho de que antes de ir a Cuba trabajó unos años en la parroquia de Santa María la Mayor, que está a un minuto andando de donde estoy escribiendo esto. Hay personas que pasan rozándonos, sin enterarnos, y que dedican su vida a los demás, llegando incluso a perderla, y no nos enteramos.

Descansa en paz, Eduardo.

Fuente: noticia en polkillas.net/blog

20 años y un día

Hace veinte años y un día, como en las series de abogados, Salman Rushdie fue condenado a muerte por el ayatolá Jomeini por su obra Versículos satánicos.

Condenar a muerte a alguien porque ha escrito algo que no te gusta es tan horrible que no tiene perdón de Alá.
Cualquier persona, sea musulmana o no, tiene derecho a escribir lo que quiera. Y esto es una verdad evidente en dos planos complementarios:
– Políticamente, a libertad de expresión es un derecho humano global.
– Religiosamente, en el Corán se encuentran citas que defienden la tolerancia con el error.

Por desgracia, estas barbaridades dan munición a aquellos que son antirreligiosos, que piensan que la religión (así, en conjunto, vaya cajón de sastre) es una de las mayores desgracias en la historia de la humanidad. Como las Cruzadas, por poner un ejemplo cristiano.

Y siempre hay que distinguir entre una creencia o una idea y el fundamentalismo basado en esa idea. Cualquier idea llevada al extremo ES peligrosa: el marxismo creó el gulag, el liberalismo la crisis en la que estamos, etc. Y pasa lo mismo con la religión. Cuanta más razón crees tener, más caridad (que significa «amor») debes demostrar hacia los que se «equivocan», no al revés.

Si crees de verdad en el infierno de tu religión, no te preocupes por los blasfemos. Ya les llegará el castigo divino. Y si no crees en un Dios vengativo, recuerda que él está por encima de estas cosas. Nos ama, no nos juzga. A todos, no a los que van a misa o rezan cinco veces al día en dirección a La Meca.

Pobre despistado

El pobre José Antonio Pérez Tapias, qué despistado. Mira que ser creyente y político socialista… Si la COPE levantara la cabeza, que leñazos le arrearía.

Y eso que las cosas que dice suelen ser coherentes; vamos, que suele tener más razón que un santo (¿se pilla el fino juego de palabras?). Pero además tuvo el atrevimiento de estudiar Filosofía y Teología. ¿De qué va?

En fin, pobrecillo. En la España actual es chungo tener esa combinación de ideología y creencias. Y si encima te obliga a irte de ejercicios con Bono y los obispos no te cuento. Que Dios le pille confesado…

¿Será que soy mal cristiano?

Leo en algunos sitios que se autodenominan católicos que la campaña del «autobús ateo» ofende a millones de cristianos. Por ejemplo, el cristianísimo partido AES, que ha tenido a bien compartir conmigo su inenarrable boletín.

Y a mí, que el autobús cristiano no me ofende, aunque estoy en desacuerdo con lo que se sugiere (Dios NO impide que yo disfrute de la vida).

¿Será que soy mal cristiano?

Y era salesiano

La visita del cardenal Bertone a España ha estado (no podía ser menos) rodeada por la polémica. Y menos mal que el caso de Eluana ha estallado «a posteriori», que si no…
Un serio problema para las relaciones entre la Iglesia y el Estado es el hecho de que, en España, Iglesia sigue significando Iglesia católica, y la Iglesia católica tiene un estado. Hay un desequilibrio básico.
¿Alguien se atreverá a sugerir alguna vez que el Estado Vaticano es un anacronismo, una situación que debería ser temporal pero que no lo es?

Felicidad (léase con la musiquilla del anuncio de Kinder Sorpresa)

“Happiness only real when shared”.

(“La felicidad sólo es real cuando se comparte”)

Sacado de la película Into the wild, vía …Y todo lo demás.

Feliz cumpleaños, Leo

Hace un mes (el 14 de diciembre) cumplió 70 años Leonardo Boff, teólogo brasileño.
Conocido sobre todo por su participación en el movimiento de la Teología de la Liberación junto a otros teólogos como Jon Sobrino, yo lo conocí por dos textos con los que, con 23 años, llegué a comprender qué era un sacramento, ambos sacados de su libro Los sacramentos de la vida: «El sacramento de la colilla» y «El sacramento del vaso».

Partiendo de una experiencia personal, la muerte de su padre mientras él estaba lejos de casa, Boff es capaz de explicar de una manera sencilla y a la vez maravillosa el concepto de sacramento, ese signo que nos acerca a Dios.

Aunque con Benedicto XVI la Teología de la Liberación no esté en su mejor momento, me parece que su influencia sobre la Iglesia y sobre mi forma de ver la fe ha sido grande, y Leonardo Boff será reconocido, sin duda, como una de las figuras más importantes de la teología del siglo XX.

Leonard Cohen – Hallelujah

Aunque la canción es originalmente del peculiar Leonard Cohen, se hizo mundialmente famosa cuando fue incluida en la banda sonora de Shrek. Según he leído en algún blog de música, es uno de los temas más versionados, y últimamente más que nunca. Me alegro de no oír Los 40, porque alguna versión que sí he oído por ahí (pienso en esa blasfemia de Nothing else matters) tiene delito.

Por otro lado, «El Señor de la Canción», qué hermoso título para un dios, ¿verdad?

Así que he oído que había una canción secreta
que David tocaba y complacía al Señor.
Pero en realidad no te preocupas por la música, ¿verdad?
Va como esto:
la cuarta nota, la quinta,
una bajada menor, una subida mayor…
El rey confuso componiendo «Aleluya».
Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya.

Tu fe era fuerte pero necesitabas pruebas;
la viste bañándose en el techo.
Su belleza y la luz argentina te sobremasaron.
Te ató
a una silla de cocina.
Rompió tu trono y cortó tu pelo
y desde sus labios entonó el Aleluya.

Chica, he estaado antes aquí.
Conozco esta habitación, he pisado este suelo,
solía vivir solo antes de conocerte.
He visto tu bandera en el arco de mármol.
El amor no es una marcha triunfal,
es frío y es un Aleluya roto.

Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya.

Hubo un momento en que me hiciste sasber
qué pasa realmente por debajo.
Pero tú nunca me lo mostraste, ¿verdad?
Y recordar cuando me mudé contigo,
la santa paloma también se mudaba
y cada aliento que nos salía era Aleluya.

Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya.

Viste que tomé el nombre en vano.
Ni siquiera conozco el nombre.
Pero si lo hice, bueno, en realidad, ¿qué te importa?
Hay un rayo de luz
en cada palabra.
No importa lo que oíste,
sea santo o roto, Aleluya.

Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya.

Lo hice lo mejor que pude, no fue mucho,
no podía sentir, e intenté tocar.
He dicho la verdad, no vine a engañarte,
e incluso aunque
todo fue mal
me alzaré ante el Señor de la Canción
con nada en la lengua excepto Aleluya.

Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,

Aleluya.

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