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Karmic Koala – Ubuntu 9.10 en el Dell Mini 10 (3)

Con esto acabo esta apasionante (para mí, dudo que haya nadie que la siga) serie sobre mis aventuras y desventuras instalando Karmic en mi Mini 10.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que instalé una versión alfa. Y sin embargo Karmic Alpha 6 no me dio ningún fallo, por lo menos hasta que actualicé a la Beta. Es paradójico que la beta me haya dado más problemas, pero también hay que tener en cuenta que he usado mucho más tiempo la Beta.

Y al tema. El primer problema vuelve a ser el adaptador WiFi. Hace falta tener conexión cableada para poder instalar el driver de la tarjeta inalámbrica, así que toca acercarse al router con un cable Ethernet. Y la primera vez que buscó drivers, Karmic no encontró nada. Sin embargo, al reiniciar, el programa que busca los drivers propietarios (Sistema>Administración>Controladores de hardware) lo encontró, lo instaló y listo.

Ahora las cosas buenas. Ubuntu 9.10 arranca rápido, bastante más que la versión 8.04 «tuneada» que venía con el ordenador. Tarda en torno a 20 segundos en tener el escritorio funcionando. Funciona como un tiro, teniendo en cuenta que el procesador es un modesto Atom N70 (que según el monitor del sistema es Dual, fíjate lo que aprende uno). El principal fallo es el Flash, que va lento aunque reproduce vídeo, tanto Youtube como «otros» sitios. Pero es raro que se quede parado, a no ser que se tengan muchas ventanas de Firefox abiertas. Pero eso no afecta a otros programas, y el OpenOffice 3.1.1 va muy rápido, da gusto.

También me ha gustado mucho el tema nuevo, Humanity. Aunque a mí me gustan más los temas oscuros, y lo he cambiado por Dust, aunque he mantenido los iconos de Humanity, me han encantado. Así queda:

Un detalle interesante que se puede apreciar en el pantallazo es que funciona Dropbox. El paquete para Jaunty se instala y el servicio va perfectamente. Aún no he probado Ubuntu One, pero supongo que funcionará igual de bien e incluso estará mejor integrado en Nautilus.

Otro detalle que se agradece es que tanto la cámara como el micrófono funcionan perfectamente. La cámara se puede probar con algún programa como Cheese (clic para instalar en Ubuntu), que es este programa:

También es de agradecer que funcionen los efectos de escritorio pese a no tener una tarjeta gráfica dedicada, sino una humilde Intel integrada. Dos ejemplos:

La batería incluida es de sólo 3 celdas, no demasiado. Ignoro lo que aguanta con Windows, pero con Karmic dura en torno a las 2 horas y media. No me parece demasiado, ni tampoco demasiado poco. Normal.

Pero no todo funciona perfectamente todavía como era de esperar. Uno de los fallos más extraños ha sido una regresión en el idioma, durante tres o cuatro días he tenido parte del sistema en inglés, era extraño ver «Añadir y quitar aplicaciones» y un poco más extraño «Synaptic package manager». Pero la actualización del 9 de octubre lo ha solucionado.

Un problema que sigue sin solucionarse es que Karmic no sabe hibernar (chiste: es lógico, los marsupiales no hibernan). Al pulsar el botón, la pantalla parpadea y nada más, es un fastidio. Suspender sí funciona con normalidad, excepto por un detalle: si se cierra y abre la pantalla justo después de suspender, no se recupera. Parece ser que es un bug reconocido, así que habrá que esperar a que lo solucionen.

Una cosa curiosa ha sido la polémica entre Pidgin y Empathy para la mensajería instantánea. Yo decidí seguir con Pidgin porque da la opción de conectarse a Facebook, aunque segun el Centro de Software Empathy tambien puede, no he visto la opcion. Hay que instalar un plugin, escribiendo sudo apt-get install pidgin-facebookchat en un Terminal o buscando en Synaptic —en el Centro de Software no aparece—. Lo malo es que no sé cómo se configura la cámara (no es que la haya usado nunca), así que ahora mismo ni Empathy ni Pidgin son lo que busco.

Algún detalle sin mucha importancia es que, por defecto, en el touchpad no funciona hacer clic pulsando en cualquier parte, sólo en el «botón» de abajo a la izquierda, pero se soluciona en Sistema>Preferencias>Ratón. Otra tontería es algo que ya comenté en su momento sobre la raya.

Otro problema es que no funciona correctamente el Ubuntu Tweak, un programa que ayuda a configurar Ubuntu y a instalar algunos programas que no están incluidos en los repositorios oficiales. Pero precisamente esta posibilidad, que es la que uso yo, tiene un error. no creo que tarden mucho en solucionarlo pero mientras tanto, nada.

Actualizado: en dos días se ha solucionado el problema de Ubuntu Tweak.

Y creo que eso es todo. Me parece que Ubuntu 9.10 va a ser un buen avance, tanto en lo visual como en la velocidad, pero todavía es una beta. Yo me atreví a instalarla en un ordenador nuevo, sin datos y que no es mi equipo principal, pero me ha gustado bastante. El único problema que no tiene solución a corto plazo es la mensajería instantánea, pero por lo demás, espero que los problemas se solucionen. Esta nueva versión me demuestra que, para el uso que yo le doy a un ordenador, Linux cumple sobradamente, sin necesidad de piratear nada como pasaría con Windows. Es la versión que más me ha gustado desde la 6.10. ¡Y es una beta todavía!

Pagar a los alumnos

¿Nos hemos vuelto gilipollas? ¿Hemos perdido el norte de una manera tan lamentable? ¿Tendrá razón Ben Laden al decir que somos una sociedad decadente?

Ahora resulta que en Francia van a empezar a «incentivar económicamente» a los alumnos de algunos colegios parisinos, lo leí en El País. El ministro de Educación gabacho ha dicho que no es idea suya y que veremos, lo cual en la práctica es darle luz verde. Y en la roja Andalucía hay un programa parecido.

Y no es para tomárselo a coña. Hay un problema radical en una sociedad que no es capaz de primar a los que mejor aprovechan sus estudios. Me temo que la culpa no es del chachachá, sino del neoliberalismo. Los ciudadanos se están viendo reducidos a clientes (¿nadie se ha fijado en que Renfe ya no transporta viajeros, sino clientes?) y se nos valora por lo que consumimos, no por lo que somos ni por lo que hacemos.

Y luego pasa esto. Se nos llena la boca con la importancia de la educación, pero nunca en democracia se ha podido llegar a un acuerdo nacional sobre el sistema educativo. Un poco de política-ficción: Zapatero pierde su apoyo popular por su mala gestión de la crisis, el electorado pasa por alto la trama Gürtel y el PP vuelve al Gobierno. ¿Qué pasará en Educación? Probablemente se cambiaría el nombre del ministerio a Ministerio de Formación (todo tiene que cambiar para que todo siga igual) y se promulgaría la LOMSE (Ley Orgánica para la Mejora del Sistema Educativo), que consistiría en pasar los fondos del plan E a la construcción de tarimas para profesores y aros detectores de metal para las entradas de los institutos. Y la polémica mediática sería, otra vez, la clase de Religión. Manda güebos, como dijo el opusino Trillo.

Pero no se cambiaría lo fundamental: la valoración que la sociedad hace de la educación. Y mientras la educación sea no ya secundaria, sino marginal, jodidos estamos.

Quería incluir una viñeta sobre la evolución de la educación: una reunión de padres, profesor y alumno con malas notas en los 60 y ahora. En los 60, los padres preguntan al hijo: «¿Qué notas son estas?»; ahora, los padres preguntan lo mismo, pero al profesor. Pero no la encuentro.

¡Tiembla, Fernando Alonso!

En Wulffmorgenthaler, claro.

Educación y fe

Se me ocurre un experimento. Copio a continuación un texto que entregamos a los chavales del Centro Juvenil sobre su proceso de maduración y su proyecto de vida. Como sé que algunos de los (escasos) lectores del blog son no creyentes y, sin embargo amigos, os voy a pedir que me digáis qué os parece el texto. ¿Sectario? ¿Educativo? ¿Comecocos?

En estos años vas a tener que tomar decisiones que probablemente durarán toda la vida: sobre comportamientos o costumbres, metas que quieres conseguir y cosas que van a ser importantes. Es una situación muy complicada, puede que tengas la tentación de no arriesgarte y seguir comportándote como cuando eras pequeño,. No lo dudes, serás infeliz. Tendrás veinte, treinta, cuarenta años y todo el mundo te pedirá que te portes como un adulto. Tú les dirás: «¡No, es que yo quiero tener quince años!». Ya verás la gracia que les va a hacer.

A todos nos cuesta seguir creciendo pero descubrimos que, en la medida en que nos esforzamos, luego nos sentimos más satisfechos.

Aquí tienes unos consejos para que el camino te resulte más llevadero.

Sé asertivo. Parece que todo el mundo te dice lo que tienes que hacer con tu vida. Entonces, ¿cómo puedes llegar a ser tú mismo? Muchos jóvenes se creen que para ser popular y tener amigos han de seguir lo que la pandilla les diga. Si tus amigos te aprecian, te aceptarán como eres. Si no, mejor que te busques amigos de verdad, porque esos son otra cosa. La gente pasiva suele acabar siendo utilizada, manipulada y, a veces, pisoteada. Como no protesta nunca…

Ten un proyecto. Tener un plan para el futuro te ayudará a sentir que hay una dirección en tu vida. Es fácil vagar por la vida, haciendo lo que hacen los demás o lo que otros esperan de ti. Pero ¿es eso lo que tú quieres? Tener un plan es fundamental. Significa que tomas el volante de tu vida, comportándote del modo que tú eliges y estando dispuesto a cargar con las consecuencias. Tomar decisiones por ti mismo te ayuda a aprender y, por lo tanto, a madurar.

Sé realista. Ahora bien, mucha gente se concentra en lo que no tiene, en vez de centrarse en lo que tiene de bueno. Así les va: no se atreven a hacer nada, son sus peores enemigos. Son como mariposas que no se atrevieran a dejar de ser gusanos. Claro que el extremo opuesto tampoco es mejor. Puedes admitir que tienes defectos. ¿Quién no? Si sabes cómo eres, es fácil que puedas cambiar y mejorar si tú quieres. Sé realista y acepta que todos hemos sido creados únicos, irrepetibles. No somos perfectos, pero tampoco somos monstruosos.

¡Constancia! Otros se trazan muy buenos planes, pero en seguida se cansan. Prueban, abandonan, vuelven a probar. Se prometen, prometen a los demás, pero… Es duro comprometerse con algo y seguirlo hasta el final. Aquellos que no están acostumbrados sufren mucho; sin embargo, poco a poco se va consiguiendo fuerza de voluntad y cada vez es más fácil ser constante.

Piensa antes de actuar. De las equivocaciones también se aprende. Ahora bien, lo mejor es no equivocarse. Hay personas que van aceleradas por la vida, no se paran a pensar. Hacen lo que se les ocurre en cada momento, sin fijarse en las consecuencias de sus actos. Así, a veces, hacen daño a los demás y, la mayoría de las veces, se fastidian a sí mismos porque toman decisiones que no les convienen. Aprender a tomar decisiones, pensando con detenimiento antes de actuar es uno de los principales rasgos de una persona adulta.

¡¡Autocontrol!! Ten en cuenta que a lo largo de tu vida te vas a llevar unos cuantos chascos. Muchas personas no aguantan que las cosas no salgan como esperaban: se agobian, se enfadan. Es una pena pensar en la energía y el tiempo que derrochan en estar deprimidos. Si piensas un poco, te darás cuenta de que agobiarse es lo más normal, pero no aporta ninguna ventaja. Es natural emocionarse o enfadarse, pero sin perder el control; utiliza la energía en arreglar la situación o dedícate a cosas que te hagan olvidar el mal trago. Lo pasado, pasado.

Afronta. La mayoría de las personas tiene miedo a los problemas porque hacen sufrir. Pero no puedes hacer como si no existieran. El mundo no desaparece porque tú lo ignores. Las personas legales se aguantan el miedo y se enfrentan a los conflictos: piensan en la situación, la analizan y buscan modos de arreglarla. Dejar pasar los problemas sin resolverlos sólo consigue que se compliquen.

Empatiza. Hay personas que reaccionan con violencia. Las personas agresivas son como apisonadoras: se llevan todo por delante sin pararse a pensar. Así, muchas veces meten la pata y siempre hacen daño a los demás. Y encima ¡pocas veces arreglan los asuntos! La agresividad no es buen negocio, hay que aprender poco a poco a controlarse y dialogar manteniendo la serenidad o el sentido del humor.

Ábrete a los demás. Cuando se encuentra con un problema o sufre con algo, mucha gente tiene miedo a contar lo que les pasa. Si lo piensas bien, te darás cuenta de que es una reacción un poco tonta. ¿Por qué? ¿Se van a reír de ti? ¿Se van a enfadar contigo? Lógicamente, si te quieren, no. Al contrario, tratarán de ayudarte. Pero hay personas que conservan miedos de cuando eran pequeños y sus padres les reñían.

Sé generoso. El hecho de hablar con otros de lo que nos preocupa o interesa nos hace relajarnos y afrontar la vida con más serenidad. Además, nos hace sentirnos queridos. Las personas que son capaces de hablar con sus amigos son más felices.

Premio Obama de la Paz

Sólo me pregunto si el Premio Nobel de la Paz premia actos o talantes.
Porque si premia actos, me parece que darle el Nobel a Barak Obama es una equivocación, tampoco ha hecho tanto (lo cual no quiere decir que no haya hecho nada, me parece que el discurso de El Cairo llegará a la altura del Ich bin ein Berliner de Kennedy).

Lo primero que pensé es que con este premio pasa algo parecido con el premio Príncipe de Asturias concedido a Rafa Nadal. Que sí, que es el mejor tenista español de la historia, pero me parece prematuro. ¿No sería mejor esperar al final de su carrera para que el premio la abarque entera? ¿O si gana otros cinco Grand Slam le daremos otra vez el premio?

Pero, volviendo a Obama, si se premia el talante, las ideas, pasado el susto, no me parece tan mal. Es curioso que empecé el borrador del artículo rechazando de plano la concesión. «Es ridículo» es lo que me vino a la mente cuando me enteré. De hecho, pensé que era una broma. Pero luego, reflexionando (a lo que me ha ayudado un artículo de Javier Valenzuela en El País), he pensado que lo cierto es que la elección de Obama ha provocado bastantes consecuencias positivas: la imagen de EE UU ha mejorado (acabo de oír en El Intermedio que vuelve a ser la nación más admirada del mundo), ha cambiado la postura de EE UU sobre el conflicto en Palestina, no ha apoyado el último golpe de Estado en Centroamérica…

Pero de todas maneras, un premio que se concedió a Henry Kissinger tampoco es que debería tener demasiado prestigio.

Y que sigan así

Sssssh, no des ideas

Vía El País, claro.

100 blogs (espero que más) – 100 razones para que no se recorte la asignación a la Ciencia Española

Me llega por varios sitios (gracias, Isa) esta iniciativa para defender el presupuesto de I+D en los Presupuestos Generales del Estado para 2009.

Me parece tan ridículo que Zapatero (a quien voté) nos intente vender un cambio de modelo productivo, pasar del ladrillo a los bytes, y a la vez reducir un 15% (y se llegó a barajar un treintaytantos) el presupuesto de I+D.

Así que, siguiendo la iniciativa de La aldea irreductible, me uno a la campaña, cuyo logo es este:

Logotipo de "La ciencia española no necesita tijeras"

Porque, si no, que Dios nos pille confesados.

Pasó el susto

Ayer me desperté tarde, tuve la peor clase del año y cuando llegué a casa me metí en la cama. Ni fui al Centro a pintar, ni fui a Montes a la pachanga ni fui al Ondiñas al tercer tiempo.

Lo cierto es que me preocupé pero, como ayer me dormí antes que nunca, hoy me he despertado descansado y con ánimo. Y como el viernes el el mejor día de mi horario, se me ha pasado volando.

Falsa alarma.

Karmic Koala – Ubuntu 9.10 en el Dell Mini 10 (2)

Lo primero que tuve que hacer es preparar el medio de instalacion. Como buen miniportátil, el Dell Mini 10 carece de unidad óptica, por lo que no se puede instalar nada desde un CD (y, sin embargo, Dell insiste en meter un DVD de recuperación en la caja…). En mi ordenador principal tengo instalado también Ubuntu, en este caso Jaunty, con lo que me fue fácil. En el menú Sistema>Administración encontramos una aplicación llamada Creador de dicos USB de inicio, que nos permite convertir una memoria USB en un disco de arranque. Sólo hay que seleccionar el archivo .iso y la memoria y el programa copia los archivos necesarios. Mientras están con Alphas y Betas, se puede encontrar en http://cdimage.ubuntu.com/, aunque cuando salga la versión final será tan fácil como entrar en la web de Ubuntu.

Un detalle importante es que hay que comprobar en la BIOS del Mini el orden de arranque para asegurarnos de que arrancamos con la memoria USB y no con el disco duro. Para ello, cuando arrancamos el ordenador debemos pulsar F2 y en el menú que sale, ir a la opción Boot y comprobar que la opción «USB Storage» o algo similar es la primera.

Cuando hemos hecho esto, ya podemos arrancar desde el USB. A mí me sorprendió lo rápido que carga, comparado con un LiveCD. Podemos comprobar que Ubuntu detecta todos los elementos del ordenador: teclado, tarjeta gráfica, lector de tarjetas, etc. Lo único que no se puede comprobar directamente es la webcam, no me acordé de mirarlo antes de instalar.

Si estamos decididos a instalar Karmic, lo único que hay que hacer es seleccionar el lanzador «Instalar» que hay en el escritorio. El proceso de instalación de Ubuntu, como de cualquier distribución Linux, es bastante sencillo, sólo hay que responder a las preguntas acerca de nuestra localización, idioma, teclado, etc. La única opción que puede dar cierto reparo es la que se refiere a las particiones del disco duro. Si no tenemos información importante en el Mini, podemos sugerirle a Ubuntu que se encargue de dar tamaño a las particiones de manera automática. A mí, con el SSD de 8 gigas, me ha creado dos particiones:

  • Una EXT4 de 7,6 GB para el sistema de archivos
  • Una lógica dentro de una extendida (algo de lo que no entiendo el motivo) con el resto del disco duro, para el intercambio o swap

Lo normal es crear otra partición para la carpeta /home, permitiendo así guardar la configuración si alguna vez se necesita instalar Ubuntu o cualquier otro Linux desde cero, pero con tan poco espacio, creo que no merece la pena.

Cuando se termina el asistente de instalación inicia la copia de archivos, durante la cual podemos seguir navegando por Internet o trabajando (aunque no podremos guardar en el disco duro).

Cuando acaba la instalación, Ubuntu nos pregunta si queremos reiniciar el ordenador o continuar en modo Live. Supongo que resetearemos con impaciencia.

Durante la pantalla de inicio de Dell deberemos quitar el USB para no volver a arrancar en modo Live sino desde el disco duro, e incluso recomendaría volver a la configuración de la BIOS y configurarla para arrancar desde el disco duro. No se ahorra demasiado tiempo, pero…

En la siguiente entrada intentaré contar cómo funciona Karmic, sus puntos fuertes y sus fallos.

Por si alguien pregunta

…por qué los salesianos somos tan teatreros y musiqueros: la respuesta.

P.D.- ¿Por qué estas noticias sólo se leen en La Razón? ¿Por qué son tan malos los relaciones públicas de la Iglesia, que sólo se dirigen  a los convencidos?
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Now playing: La union – Sildavia
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