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Hace tiempo

Hace tiempo (más de diez años, me cago en Cronos) escribí un montón de poemas. Alguno lo he ido colgando por aquí, y muchos los perdí la última vez que me cargué mi disco duro. Ojalá encuentre aquella copia en papel

Así empezaba un borrador que tenía guardado desde hacía un año en el escritorio del blog. En estos 365 días (metonimia inexacta) han pasado bastantes cosas, y una de ellas ha sido que he encontrado aquella copia en papel después de haber estado a punto de desesperar. El pdf del libro está terminado, ya sólo falta encontrar el sitio más barato para imprimirlo y empezar a escribir dedicatorias que lleguen a valer minolles cuando gane el Nacional de Literatura. Bueno, también falta encontrar el tiempo y las ganas de ponerse a mirar opciones, per eso es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.

San Herodes, patrón de los educadores

Esta entrada se iba a titular «Herodes, ese incomprendido», porque releyendo el otro día Con ánimo de ofender, una colección de artículos de Arturo Pérez-Reverte, encontré un texto sobre Herodes, ese incomprendido.

Pero es que el jueves pasado, no me preguntéis el motivo porque no lo sé, una alumna me preguntó en clase quién era Herodes y qué había hecho. Les mandé que lo buscaran y trajeran la información el viernes. Y añadí que, en mi opinión, era Herodes el patrón de los profesores. Claro, me preguntaron por qué pero me negué a constestar hasta que tuvieran la información sobre él. Y el viernes, cuando todos supieron qué había hecho y les recordé lo que yo había dicho, se echaron a reír.

El humor puede ser una herramienta educativa (aunque a veces lo pienso en serio…).

Recital en la cárcel

Acabo de leer en su blog que mis amigos del Baratillo Joven han organizado un recital en la prisión de Sevilla. Y me dan envidia.

Evidentemente, es ingenuo pensar que la poesía —por sí sola— va a cambiar el mundo, o que va a reinsertar a delincuentes condenados. Pero, por otro lado, ¡es tan bonito pensarlo…!

Y el Baratillo me da envidia también (a pesar de todos los problemas que puedan tener) porque son gente que no se avergüenza de lo que escriben, no como yo, que todavía tengo pendiente acabar las gestiones del libro.

Y luego me pongo a pensar, y miro el mapa, y veo que el penal de Navalcarnero está al lado de mi instituto… y dejo de pensar.

Ayer

Ayer te vi.
Te vi. En un sueño.
Ayer soñé
que no había miedo.

Y desperté.
Te fuiste corriendo
mientras el sol
brillaba en el cielo.

Hoy te he buscado
porque soy un terco.
Al no encontrarte
solo me interpelo:

¿Estabas en mi sueño
o eras mi sueño?

Arde el Mediterráneo

En el sur:Día de la Ira en Libia.

En el norte: Nápoles vuelve a arder.

Las dos noticias en la portada de El País. ¿Cuál recibirá más visitas? ¿Cuál tiene importancia?

Ramblas

Cama de aguas
cuando Dios
se acuerda de esta tierra.
Como repicar de campanitas,
caen las gotitas
de lluvia del brazo del viento
y hace sitio para todos.
Camino a la mar,
que es el morir,
tiempo tienes para hacer
de Fidias cuando él no puede.
Ramplón instrumento tenéis,
mas competís como grandes.
Ramblas.

Poema que se entronca en una mezcla de tradiciones como es lógico que suceda en un autor oriundo de una ex-colonia como es Juan Tomás Ávila. La tradición clásica hispánica, señaladamente los versos 8 y 9, se une con la naturaleza africana (esas ramblas designadas con una palabra de origen hispanoárabe) y con la cultura clásica personificada en el gran escultor Fidias.

La mezcla de temas nos acerca al posmodernismo propio del siglo XX, quizás relacionado con las vanguardias poéticas de los años 70, no es descabellado pensar en los novísimos. La referencia religiosa de los versos 2 y 3 se mezcla con los diminutivos posteriores provocando un efecto de contraste.

La visión de esas ramblas, de esos modestos cursos de agua que, sin embargo, son capaces de esculpir el terreno cuando la temporada de lluvias los replena, nos hace ir de lo más humilde, «ramplón», a lo más elevado, a la divinidad. El poeta se dirige a las propias ramblas, dialoga con ellas para expresar su mezcla de sentimientos: desdén y admiración.

Una interpretación política (justificada por la huelga de hambre que el autor acaba de iniciar en protesta por la visita del presidente del Congreso, José Bono, al dictador ecuatoguineano Teodoro Obiang) sería que los humildes, aunque ramplones, son capaces de competir como grandes.

No debemos olvidar que Guinea Ecuatorial sufre una de las dictaduras más terribles de toda África, que ya es decir, y que sus reservas de petróleo están sirviendo para enriquecer a Obiang y su camarilla, mientras el pueblo sigue sufriendo grandes penurias y, de rebote, la indiferencia cuando no el desprecio de la antigua metrópoli. Que somos nosotros.

(Sin título)

Mi corazón daba saltos de alegría cuando vi las imágenes de las inmensas muchedumbres que se concentraban pacíficamente en el centro de la ciudad celebrando la caída del rais.

Timothy Garton Ash, en El País.

Pero tranquilos, que aquí también hay fenómenos de masas: Princesas de barrio, Gran hermano (¿de verdad nadie recuerda qué era el Gran Hermano primigenio?), Leo Messi-CR7

Como escribirían mis alumnos…

Soneto derrepente

Nadie me ha mandado hacer un soneto
y en el primer cuarteto me he metido.
Espero alcanzar algo con sentido
pero ya en cosa de gustos no me meto.

Resulta que he llegado a otro cuarteto
y no he de pagar porque me he atrevido;
quizá no esté quedando colorido
mas mira que el cuarteto va repleto.

Los tercetos he alcanzado, ¡caramba!
y estoy a punto de alcanzar el colmo
de ver que el poema sigue cuadrando.

Puede que la rima quedara zamba
pero sin pedirle peras al olmo
verás que el soneto estoy acabando.

Vivir mi vida

Hasta que no lo he terminado, no me he dado cuenta de cuánto tiempo me estaba quitando el curso de Móstoles. Por un lado ha estado bien, lo de comer con los compañeros viene bien y ayuda a crear vínculos, pero joder qué diferencia este miércoles con los tres anteriores. En lugar de estar en un atasco para salir de Móstoles, he tenido la tarde para recoger un poco la casa y coger la bici para dar una vuelta, la primera vez que la cojo este año. Y lo más divertido es que llegando a Navalcarnero, unos 6,5 kilómetros en coche y calculo que uno más con la bici, he pinchado. Y me ha tocado volver entre andando y montando en la bici, intentando no cargarme la llanta. Pero a pesar del percance me lo he pasado bien y lo he disfrutado. Ni siquiera me he cabreado, aunque me he vuelto a dar cuenta de que soy un desastre por no tener un kit de reparación de pinchazos. Preguntaré a mis alumnos, porque si no me tendré que ir al Decathlon de Alcorcón.

Desde que volví de Sevilla tengo la sensación de controlar un poco más mi vida. Y me gusta esa sensación.

El tren

Los aviones y los aeropuertos me parecen el no lugar, el sitio donde todo el mmundo se encuentra para no pertencer a nadie. Hay que recuperar el tren como manera de mantener el contacto entre los hombres.

Federico Luppi, en la revista Paisajes desde el tren, leída en un Ave al que subí después de atravesar una estación moderna e impersonal, con sabor a aeropuerto, donde tuve que pasar mi mochila por un escáner y todavía otro control de seguridad.

Banda sonora: Chou, chou, viene el tren (Los Suaves):

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