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Asimetría

Lo he pensado mucho antes de escribir esta entrada, y antes de decidirme a escribirla aquí, en este blog, que no lee ni el Tato, pero tiene más visitas que el de http://escritura.social/polkillas. Pero siempre he pensado que hay que afrontar las cosas y no esconderlas, aunque en realidad en mi vida no haya seguido muchas veces este consejo.

No es una salida del armario, pero sí es algo parecido. Y no es una, sino dos. Y no es fácil ninguna de las dos.

Así pues, tengo la necesidad de expresar dos cosas. La primera es, supongo, la más escandalosa. Virginia y yo, después de 7 años mayormente felices casados, hemos acordado abrir la relación. Ella se ha informado mucho sobre el tema de la no monogamia ética, y me lo ha propuesto no hace mucho tiempo. Muy poco, en realidad. Supongo que ni para su familia ni la mía va a ser fácil aceptarlo, porque se sale de todas las coordenadas sociales y éticas en los que suelen moverse. De hecho, estoy bastante nervioso por si alguno de mis hermanos lee esto, pero si lo hemos decidido juntos y hemos apostado por ello, sería hipócrita esconderlo.

Es un cambio radical en nuestra relación y, sobre todo en mi caso. Yo siempre he vivido en la monogamia sucesiva, eso de tener una novia, después otra, después otra… Virginia ha tenido una vida afectivosexual menos convencional, menos tradicional, y de hecho una relación monógama como ha tenido conmigo durante casi una década es la excepción, no la norma. Así que aquí estamos, en una relación abierta, y con ganas de experimentar cosas nuevas. Es un mundo nuevo y, a diferencia de Virginia, no conozco a nadie que haya recorrido este camino. A veces se me hace un poco marciano pensarlo.

Pero la segunda… no sé si «confesión» puede ser la palabra… La segunda cosa que quería poner por escrito, sobre todo para ayudarme a aclarar mis ideas pero también para dejarlo caer, es que me siento mal. No es porque Virginia hasta quedado con algún otro hombre ni por las cosas que haya hecho, que quiedan entre ellos y yo, sino porque ella ha tenido un éxito entrando en las apps de ligue mientras que yo me como mejor todavía que el colín que pensaba que me iba a comer. Y mi autoestima está sufriendo. Estoy recordando los peores momentos de mi vida adulta, cuando sentía que no solo no era digno de amor sino que ni siquiera era digno de caso. Y no está siendo fácil.

No siento celos por mi esposa. Bueno, quizá un poco, la educación judeocristiana se tiene que notar. Pero el problema no es ese, sino que le tengo envidia. Tiene todo lo que quiere, todo lo que se merece y más, mientras que mi pobre corazón se teme que yo también tengo todo lo que me merezco, que es nada. Aparte de Virginia, que es mucho, lo sé, pero la autoestima no sigue la lógica. Ojalá lo hiciera.

Cuando lo acordé con Virginia, cuando lo pusimos por escrito y lo firmamos, no pensé que este pudiera ser el problema. Pensé en los celos, pensé en que el poliamor me costaría más que la forma de no monogamia ética que hemos firmado, pero no pensé que ver a Virginia con más de una decena de pretendientes me iba a erosionar la autoestima como lo está haciendo. Ella tanto y yo tan poco. No me parece una reacción muy madura, pero es la que estoy teniendo. Quizás habría sido mejor esperar un poco para pasar a la práctica, intentar que la cosa estuviese un poco más equilibrada, pero no ha sido así.

Y sé que si hablo con ella y le pido que baje el ritmo, lo hará sin quejarse. Sin embargo, no debería ser así, yo ya asumía, por cómo somos los dos y por cómo funciona este mundo, que Virginia iba a tener más oportunidades. Pero no esperaba este bajón de autoestima, que me está provocando bastante ansiedad. Me ha costado mucho llegar a convencerme de que soy digno de ser amado, y me preocuparía mucho retroceder.

No sé muy bien cómo concluir, o si ya debería haber llegado a una conclusión. No me arrepiento de nada, creo que esto hace feliz a Virginia y es lo importante, pero por ahora a mí no me ha venido muy bien. No sé, iremos viendo.

Nextcloud en tu propio servidor. Configurando la caché: APCu y Redis

Al entrar en la página de administración de Nextcloud nos encontraremos un montón de avisos de cosas que no es que estén mal pero podrían estar bien. Con algunas de ellas llevo peleándome desde los tiempos en que tenía mi nube alojada en una Raspberry Pi. Y sigo peleado con ellas.

Otras, en cambio, son más sencillas de quitar, haciendo que la nube vaya mejor. Entre ellas está configurar las memorias cachés, que son, si no lo entiendo mal (recuerdo que yo de informática lo justo, soy profesor de Lengua) son lugares donde el servidor deja apuntadas cosas para no tener que ejecutarlas cada vez, haciendo que todo vaya más rápido. La documentación de Nextcloud recomienda utilizar APCu para la caché local y Redis para las demás en organizaciones con un servidor y, aunque mi nube solo tiene 2 usuarios, me he tirado a esto porque ya que el miniPC tiene bastante más potencia, he querido probarlo.

Para activar las cachés, lo primero es instalar los paquetes adecuados. Sería con esta orden:

sudo apt install php8.2-apcu php8.2-redis redis

Una vez instalados, reiniciamos el servidor con sudo service apache2 restart y tenemos que editar el archivo de configuración, config.php.

Donde queramos, aunque yo lo pongo al final por costumbre, tenemos que copiar el siguiente texto, que indica qué cachés tiene que usar Nextcloud y la configuración mínima de Redis:

'memcache.local' => '\OC\Memcache\APCu',
'memcache.distributed' => '\OC\Memcache\Redis',
'memcache.locking' => '\OC\Memcache\Redis',
'redis' => [
'host' => 'localhost',
'port' => 6379,
],

Y ya debería estar hecho.

Aplicaciones por defecto diciembre 2023

Llego tarde al meme, pero tenía idea de hacer algo más parecido aunque mucho más largo, así que como no llego, lo dejo aquí. Se lo vi en Mastodon a Adrián Perales.

? Cliente de correo: correo web, aunque estoy recuperando los clientes con K-9 en Android y Thunderbird en Windows y Ubuntu
? Servidor de correo: no gasto.
? Notes:  App Notas de Nextcloud
✅ Tareas: App Tareas de Nextcloud, sincronizadas con DAVx⁵
? Cámara: Camara de MIUI, con catas de GCam y de la cámara de Lineage..
? Administración de fotos: Nextcloud.
? Calendario: App Calendario de Nextcloud, sincronizado con DAVx⁵.
? Almacenamiento en la nube: Nextcloud en un miniPC en casa.
? RSS: App News de Nextcloud, aunque la uso poco.
??‍♂️ Contactos: App Contactos de Nextcloud sincronizados con DAVx⁵.
? Navegador: Firefox,.Chrome y Explorer (sí, en serio) en el trabajo.
? Chat: Whatsapp.
? Marcadores: Los de Firefox.
? Leer más tarde: No tengo.
? Procesador de textos: LibreOffice Writer. Word para el trabajo
? Hojas de cálculo: LibreOffice Calc. Excel para el trabajo.
? Presentaciones: LibreOffice Impress.
? Lista de la compra: Estoy probando varias apps, ninguna me acaba de convecer.
? Planificación de comidas: No uso.
? Finanzas: Apps de los bancos.
? Noticias: Seguir cuentas de medios y periodistas en Twitter y Mastodon.
? Música: La radio ,últimamente.
? Podcasts: No escucho.
? Gestor de contraseñas: App Contraseñas de Nextcloud. Tengo pendiente probar Bitwarden o KeepassXC.

 

Nextcloud en la Raspberry Pi (2). Configuración de la Raspberry

Cuando encendemos la Raspberry por primera vez, nos pedirá un nombre de usuario (ya no hay «pi» por defecto) y una contraseña, que debemos escribir dos veces para detectar posibles errores. Después, aparece directamente la utilidad de configuración. Esto no era así en versiones anteriores de Raspbian, pero me parece lógico que sea así, pues la configuración es necesaria.

Nos aparecerá un menú parecido a este. Hay varias opciones que nos van a interesar. Vamos con ellas en el orden en que aparecen en el menú, por el que nos movemos con las flechas arriba ya abajo. Para saltar a los botones de Aceptar o Cancelar, usamos el tabulador (la tecla que está a la izquierda de la Q).

img_24112016_192644_hdr

Expand Filesystem

Creía que esto no hacía falta ya, pero sigue apareciendo, así que no cuesta nada hacerlo. Le decimos al sistema que utilice la tarjeta SD entera.

Internationalisation Options

Para poner la Raspberry en español este es el sitio adecuado. Las opciones que debemos seleccionar son estas:

Change Locale

Buscamos la opción es_ES.UTF8  (español de España, o, si eres de otro país, la opción es_XX co nlas dos letras de tu país) y la seleccionamos. Aceptamos y en la siguiente pantalla, en la que aparecen muchas menos opciones, la volvemos a seleccionar. Esperamos unos segundos a que se generen las locales.

Change Timezone

Para no tener problemas, sobre todo, con el calendario de Nextcloud, tenemos que asegurarnos de que el servidor está en nuestra zona horaria. Escogemos nuestro continente y después la capital del país en el que estemos. En mi caso, Europa y Madrid.

Change Keyboard Layout

El primer paso aquí no tan importante como el segundo. Seguramente saldrá una serie de opciones del idioma inglés, así que bajamos a Other y buscamos el idioma español. Una vez lo hemos localizado, la opción básica es «Spanish» a secas, si no tenemos algún teclado diferente.

Change Wifi Country

Yo no tuve problemas con la wifi antes de configurar esto, pero no sobra busca ES Spain y seleccionarlo, sobre todo si la vamos a conectar por Wifi. En este tutorial, usaremos conexión cableada.

Advanced Options

De todas las opciones que tenemos aquí, solo comento las que nos pueden ayudar a que vaya mejor. Son estas:

Memory Split

Al no tener un escritorio instalado, la GPU (memoria gráfica) no necesita mucho, podemos reducir la cantidad que aparece a 16, que es el mínimo.

SSH

Importantísimo. Sin más.

Según Wikipedia, SSH es el nombre de un protocolo y del programa que lo implementa, y sirve para acceder a máquinas remotas a través de una red.

Es decir, SSH sirve para «entrar» en un ordenador desde otro. Si está activado, podemos tener una línea de comandos en un ordenador diferente y trabajar en la Raspberry. Hasta ahora, SSH venía activado por defecto en Raspbian, pero leí en Raspberry para torpes que van a cambiar esto, al menos en la versión PIXEL, no estaba seguro sobre la Lite que estamos instalando nosotros, pero efectivamente es así, por lo que tendremos que seleccionar esta opción y activarla. Una vez que lo hemos hecho, podemos conectanos a la Raspberry desde otro ordenador.

En Windows se puede usar PuTTY para ello y en Linux no hace falta instalar nada. Veamos:

putty-configuration_018

No hace falta instalar PuTTY, al abrir el archivo descargado se abre directamente esta ventana. En el campo «Host Name (or IP address)» tenemos que escribir lo que aparece en la imagen, cambiando las  XX con unos números que estarán entre 0 y 255. Para saber exactamente qué número poner podríamos ir probando de uno en uno, pero hay una forma mucho más sencilla: cuando  hayamos acabado de configurar la raspberry,,podemos  escribir la orden ifconfig. Sale un montón de información pero lo que tenemos que buscar es la expresion inet address seguida de un número compuesto de cuatro cifras separadas por un punto y que sean las dos primeras esos 192.168. Si estamos conectados al router con un cable, estará en la sección eth0; si estamos usando wifi, estará seguramente en la sección wlan0.

Si lo hemos hecho bien, nos aparecerá una alerta. Es normal, solo nos avisa de que nos estamos conectando a un ordenador nuevo y nunca hemos dicho a PuTTY que se fíe. Pulsar en sí hace que PuTTY, en adelante, confíe en nuestra Raspberry.

putty-security-alert_019

A continuación nos sale una pantalla nueva que nos pedirá el usuario de Rasbpian (pi, si no lo cambiamos) y la contraseña (raspberry por defecto, lo cual tendremos que cambiar en seguida).  Al escribir la contraseña, como suele pasar en Linux, parece que no pasa nada, pero no es preocupante:

pipolkillas-pi-_022

Al pulsar Intro, nos aparece el mismo mensaje que aparece en el monitor de la Raspberry al arrancar, lo que nos confima que esa pantalla «es» la Raspberry.

En Ubuntu y otros Linux, abrimos un terminal (CTRL+ALT+T o abrimos el tablero y escribimos «terminal»). Para usar SSH, la forma es sencilla:

ssh <tunombredeusuario>@192.168.XX.XX

Igual que en PuTTY, cambiamos los dos últimos números por el resultado de ifconfig:

pipolkillas-pi-_023

¡Voilà! A partir de este momento no nos hace falta tener un monitor conectado a la raspberry mientras haya conexión a internet.

Update

Sirve para actualizar el mismo programa raspi-config. Lo más probable es que no haya actualizaciones.


Con esto tenemos configurada nuestra Raspberry y podemos empezar a instalar los programas que vamos a necesitar para que funcione bien nuestro Nextcloud.

Por cierto, en mi experiencia no me ha pasado porque no he desconectado nunca el cable de red que une la Raspberry con el router. Pero si este fuera el caso y hubiera algún problema con la conexión, podría ser porque se ha asignado una IP diferente a la Raspberry. En este caso, recomiendo acudir al clásico blog Raspberry para torpes, donde manuti tiene 3 entradas que nos pueden ser útiles:

Nextcloud 26 en la Raspberry Pi

Este será seguramente el último tutorial que elabore sobre la instalación de Nextcloud en una Raspberry Pi, si vuelvo a hacer otro es más probable que sea sobre un NAS o un miniPC que sobre este miniordenador que tanto me ha entretenido, a no ser que mientras llega ese momento aparezca una Raspberry 5 que sea interesante.

Pero bueno , a lo que vamos. ¿Cómo podemos instalar Nextcloud y utilizar las casi infinitas posibilidades que nos ofrece este software en nuestra Raspberry?

Cables y conexiones

La Raspberry necesita unas cuantas cosas para poder arrancar:

  • Cable miniUSB de carga de al menos 2V. Ojo, que no todos los cargadores de móviles valen, aunque sean miniUSB, por el voltaje.
  • Cable de red Ethernet o adaptador wifi USB para tener red.

Puesto que vamos a usar la Raspberry como servidor Nextcloud, necesitamos mucho espacio de disco duro. Aunque ya hay tarjetas SD de por lo menos 128 Gb, es preferible no comprar una tan grande, sino una de menor tamaño y más pequeña, y conectar un disco duro externo Si tienes un disco externo que no necesite carga, sería ideal, pero como no suele ser el caso también viene bien un concentrador (hub) USB que dé carga y, a ser posible, con USB 3.0 para que vaya más rápido. Yo uso uno de Amazon Basics parecido a este (enlace no afiliado).

También es recomendable tener un teclado y ratón USB, no valen los antiguos PS2, y un cable HDMI para conectarla a un monitor. Teóricamente, gracias a SSH, estas tres cosas no deberían hacer falta más que una vez, pero quienes no están acostumbrados a usarlo vienen muy bien, por lo menos para el primer arranque y configuración.

Preparación de Raspbian

Si no tienes un kit en el que venga una tarjeta SD con sistema operativo preinstalado, la forma más sencilla que hay actualmente de configurar la Raspberry es descargarse el sistema operativo de su página web y copiarlo a la SD con el programa que ellos mismos proporcionan, el Raspberry Imager.

Como se ve, el Imager es muy sencillo. Hay que elegir el sistema adecuado (para tarjetas antiguas, y en general teniendo en cuenta que lo normal es que solo usemos la Raspberry de servidor, lo adecuado es escoger un sistema Lite que sea compatible con nuestra Raspberry.

Otras opciones que proponía en anteriores tutoriales eran Etcher o SDFormatter (en Windows), que también se pueden utilizar.

Una vez tenemos el sistema instalado en la tarjeta SD, llega el momento de insertarla en la Raspberry apagada y solo después de asegurarnos de que ha quedado bien insertada la arrancamos enchufando el cargador miniUSB y conectando con un cable HDMI la Raspberry a un monitor.

El sistema ya está instalado y, si hemos optado por la versión Lite, veremos algo parecido a esto (perdón por la calidad de la imagen, es de una versión anterior)..

arranque de Raspbian Lite

Puede asustar o, si tienes una edad, recordarte a los viejos ordenadores Amstrad, Spectrum o Commodore. La ventaja de no tener un escritorio es que se gasta mucha menos memoria. Pero si te decidiste por la versión con escritorio, lo único que tendrás que hacer en posteriores entradas es abrir la aplicación terminal y escribir ahí los comandos.

Cambiar el comportamiento de la barra de desplazamiento en Firefox

Entrada rápida para cuando lo olvide: para que hacer click en la barra de desplazamiento en Firefox vuelva a hacer que la vista suba a o baje solo una pantalla en lugar de ir a la posición relativa, lo que hay que hacer es ir a about:config y crear el par «ui.scrollToClick=0».

Cómo arreglar los ordenadores HP que se han actualizado a Windows 11 y dan un error al arrancar

A veces, al arrancar un portátil HP da este error y no arranca:

La causa siempre ha sido hasta ahora que el usuario ha autorizado la actualización a Windows 11 y esto rompe el sistema de arranque (GRUB) del ordenador. La solución que hemos encontrado es sencilla pero elimina la posibilidad de arrancar Max, quedando solo disponible Windows 11.

El procedimiento es el siguiente. Es muy recomendable hacerlo con el ordenador enchufado, porque si tiene poca batería puede agotarse antes de acabar la actualización que se ha quedado a medias y entonces el ordenador sí que quedaría inutilizado.

  1. Arrancamos el ordenador y pulsamos repetidas veces la tecla F10 hasta que, tras aparecer el logotipo de HP, nos salga esta pantalla:
    Menú BIOS de portátil HP
  2. Vamos a la pestaña «Advanced» y, en ella, «Boot Options».
    Opciones avanzadas de la BIOS
  3. Bajamos hasta el final y seleccionamos la última opción, que está debajo de «UEFI Boot Order». Aparece una flecha.
    Opciones de arranque en la BIOS
  4. Bajamos con la flecha hasta la opción «M.2 SSD1: Windows Boot Manager», la seleccionamos con Enter y  la subimos con la flecha hasta arriba, donde la dejamos pulsando otra vez Enter.
  5. Volvemos atrás con la flecha azul de arriba a la izquierda.
  6. Pulsamos F10 para salir de la configuración. Nos pregunta si queremos guardar los cambios («Save Changes?») y pulsamos en Yes.

Prueba de formulario


Cómo escanear en las fotocopiadoras del instituto

Para utilizar como escáner las fotocopiadoras que tenemos en los halls de los tres edificios debemos seguir los siguientes pasos:

  1. Nos identificamos con nuestra tarjeta.
    Pantalla de inicio
  2. Pulsamos el botón «Utilizar funciones del dispositivo»
    Funciones del dispositivo
  3. Pulsamos el botón físico de la Casa arriba a la izquierda.
  4. Pulsamos el botón verde «Escáner»
    Selección de funciones
  5. Nos aparece este menú, en el que debemos buscar nuestro nombre de usuario. Lo más fácil es pulsar en la fila de letras la inicial de nuestro usuario, y luego lo seleccionamos buscando si hace falta con las flechas de la derechaPantalla de escaneo
  6. Una vez hemos seleccionado el nombre, podemos escanear seleccionando a la izquierda si los originales del alimentador son a una o a dos caras.
  7. Al acabar, vamos a la web de ClickControl y metemos nuestro usuario y contraseña.
  8. En el menú de la izquierdas seleccionamos ScanRepro.Inicio de ClickControl
  9. Hacemos doble clic en la carpeta ScanRepro.
    ScanRepro
  10. En la lista que aparece, el archivo pdf que hemos creado tiene como nombre la fecha y la hora exacta en que lo hemos hecho.  Aquí lo podemos descargar.
    Lista de ScanRepro

Motas en el cielo

Satélites de Starlink antes de su despliegueLos nativos de Diqiú habían sido muy astutos. Era el tercer planeta de aquella estrella enana amarilla, y, a diferencia de los otros plantas sólidos del sistema solar, los análisis espectrales mostraban no solo agua sino grandes cantidades de oxígeno libre y otros elementos muy raros en su atmósfera. Y además, al menos aparentemente, en un ecosistema estable, si bien los registros previos detectaban una elevación bastante pronunciada de la temperatura media, que había sido el primer indicio que había una raza inteligente en el planeta. Y en cuanto a los elementos sólidos, había cantidades nada despreciables de muchos de ellos, incluidos varios elementos radiactivos. Era una presa muy golosa, y Tàikōng se alegraba de que lo hubiera descubierto su raza antes que cualquier otra.

Pero los datos de las sondas espías que se habían enviado habían demostrado otras dos cosas: por un lado, los nativos, aunque su tecnología estaba muy retrasada, no eran animales irracionales; y por otro, el planeta se encontraba absolutamente rodeado de basura espacial, una densa malla de microsatélites de composición principalmente metálica.

Tàikōng había especulado con la posibilidad de que se tratase de un sistema solar joven y aquellos microsatélites estuviesen iniciando el proceso de formación de un anillo. Aunque era esto que un planeta de ese tamaño tuviese anillos, tampoco era inusitado. Pero cuando empezaron a regresar a la nave las sondas espía, Tàikōng no tardío en comprobar que solo estaba regresando una de cada veinte. Y los datos de las sondas que sí regresaban eran concluyentes: los microsatélites eran de origen artificial. Los Rénlèi (así se llamaban a sí mismos en el idioma predominante los aborígenes) habían sembrado su firmamento de lo que solo se podía llamar basura espacial.

Diqiú era una presa muy apetecible para cualquier raza que estuviera iniciando su expansión por la galaxia, pero aquellos satélites, que eran poco más que motas en las imágenes de las sondas, impedían de forma muy efectiva que ninguna nave de desembarco lograra ni siquiera acercarse a la atmósfera del planeta. Tàikōng, que había estudiado historia militar y, a diferencia de muchos de sus compañeros lo había disfrutado y recordaba casi todo, supo encontrar la analogía: aquellos satélites eran el equivalente espacial a campos de minas.

Cuando Tàikōng dispuso de todos los datos de las pocas sondas que habían conseguido volver, comprobó que la física, la lingüística y las matemáticas de los Rénlèi estaban bastante avanzadas, pero su tecnología especial y militar estaba lastimosamente atrasada. Y, sin embargo, esas motas en el firmamento convertían el planeta en el lugar más difícil de invadir de la galaxia. Evidentemente, unas cuantas bombas de neutrones dejarían el planeta yermo y desierto, pero el interés de la raza de Tàikōng no estaba en destruir el planeta sino en controlar sus recursos. Y, por desgracia, no iban a poder haberlo. No, al menos, mientras no encontraran algún punto donde el campo de minas dejar al descubierto el planeta. Pero ninguna de las sondas trajo buenas noticias, y cuando Tàikōng volvió a enviarlas en misión de reconocimiento, el porcentaje que volvió fue todavía más pequeño. Antes de allegarse sin ninguna, Tàikōng decidió realizar un informe completo y anexar todos los datos en bruto de las sondas. No era lo habitual, pero la recomendación que iba a hacer tampoco era habitual: «… Por tanto, me sorprende tener que emitir la siguiente recomendación: Diqiú es inexpugnable, por lo que la flota no debe gastar recursos en este planeta. Si bien se podría instalar una base permanente en el satélite principal, parece claro que, puesto que la ciencia astronómica de los Rénlèi está en un estadio más que inicial, el riesgo de ser localizados sería demasiado grande. Así pues, mi recomendación a la Flota es: abandonar Diqiú». Tàikōng acabó el informe y se levantó de su puesto de trabajo. Intentó relajar los seudópodos pero sabía que tardaría mucho tiempo en perder aquella sensación que había empezó a sentir cuando las primeras sondas no regresaron. La sensación del fracaso.

Es verdad, reflexionó, que la basura espacial también les impedía lanzar naves y colonizar su propio sistema solar, pero a Tàikōng le parecía una consecuencia muy asumible. Sobre todo sabiendo que los
Rénlèi se iban a encontrar con una Flota mucho más avanzada de lo que aquellos pobres aborígenes pudieran construir. Pero habían sido astutos, y su plan defensivo era brillante. El explorador no era tonto, y sabía que tarde o temprano se encontraría la forma de penetrar las motas, pero no le correspondería a él hacerlo. Por ahora, y creía con buenos motivos que por mucho tiempo, Diqiú era un bastión inexpugnable.

Introdujo las coordenadas del siguiente sistema solar que le correspondía explorar, y se concedió el pequeño lujo de trazar un rumbo que pasase cerca del sexto planeta del sistema, para poder ver de cerca sus espectaculares anillos. Se merecía un poco de belleza para compensar su fracaso.

***

John Kamakahi, del Maui College de la Universidad de Hawaii, echó la silla para atrás y emitió un sonoro juramento que retumbó en la sala, vacía por la hora tan tardía que era. No por primera vez, las constelaciones de Starlink —sus restos, en realidad— le habían estropeado toda la observación de la noche. Y, tampoco por primera vez, se cagó en el puto Elon Musk, cuyo megalómano plan no solo había impedido que los humanos pudiesen continuar con la exploración del sistema solar, sino que, además, había prácticamente acabado con la astronomía como campo de trabajo.

«No hiciste nada bien en la vida, pedazo de capullo integral. Tanto decir que querías salvar a la humanidad y, al final, ¿qué conseguiste? ¿Eh, Elon Musk? Ahí te pudras en la tumba.», pensó antes de apagar el ordenador.


Una explicación quizás innecesaria: Uno de los proyectos «utópicos» de Elon Musk es Starlink, una inmensa cantidad de microsatélites que pretenden llevar internet a todos los rincones del mundo. A diferencia de otros proyectos, como cada vez menos boyante Tesla o el sonrojante fracaso del Hyperloop, Starlink se está desarrollando con éxito, y los astrónomos se quejan, con razón, de que tal cantidad de satélites para algo que seguramente acabe no siendo tan necesario puede conllevar la ruina de la astronomía terrestre. Y viendo cómo funcionan los proyectos apadrinados por Musk, intuyo que es posible que acabe fracasando.

Y se me ocurrió llevar la idea al extremo: ¿qué pasaría si con todos los satélites desplegados empezaran a perder el rumbo y chocaran unos contra otros? La basura espacial sería tremenda. Y me parecía gracioso que al final Musk fuera el héroe, pero por motivos totalmente contrarios a los que él pensaba y sin que jamás lo supiera

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