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Cómo no te voy a querer

Cómo no te voy a querer,
cómo no te voy a querer,
si eres campeón de Europa
por décima vez.

No voy a analizar la métrica porque no hay por dónde coger la copla.

Simplemente pensaba anoche que menudo madridismo resultadista que hace que los fans le quieran no por su juego o por sus «valores» (como si un club de fútbol profesional los tuviera), sino porque gana.

Vi la final en un bar repleto de madridistas junto a un grupo de amigas que pasan mayormente del fútbol pero querían animar al Atleti, la épica de David contra Goliat. Fue incómodo, por decir algo.  No hubo hermandad entre aficiones y esas polladas.

Pero miraba a los madridistas y veía a adultos frustrados, alienados, a los que la vida no debe de darles muchas satisfacciones fuera del fútbol. Y pensaba que realmente el fútbol es el opio del pueblo. Pero porque el pueblo necesita opio para seguir adelante.

Qué suerte que te libras

Hay días en que uno lo intenta.  Que no quiere ponerse antisistema. Que trata de ponerse en el lugar del otro.

Y cuando leo que un hincha se libra de ser mesa electoral porque tiene entradas para la final de la Shempions, uno trata de razonar por qué le han dado permiso. Y pienso que, claro, hay un perjuicio económico y que la entrada es cara y, al ser nominal no se puede revender, al menos oficialmente.

Y luego uno recuerda que el partido es el día anterior. Y que en coche no se tardan ni6 horas (según Google Maps) en viajar de Lisboa a Madrid.

Y vuelve a perder la fe en esta sociedad.

Más feo (casi) imposible

Ya escribí alguna vez sobre el feísmo cuando hice el Camino de Santiago, pero esto que saca La Voz de Galicia es droja de la buena: Nuevos ejemplos de feísmo gallego.

Los paréntesis del título demuestran que cada vez confío más en la capacidad del ser humano de superarse a sí mismo.

Rootear e instalar recovery CMW en el LG L5 E-610

Acaba de llegar mi flamante capricho, un Nexus 5. Como homenaje a mi anterior móvil, rescato esta entrada que tenía en borradores sobre cómo hacer root en el LG L5 (versión E-610).

Ya que estoy trasteando con el móvil, voy a dejar constancia de lo que hago y así, si tengo que volver a hacerlo, ya lo tengo bien y por escrito. Paradójicamente, aunque Android es Linux, no se puede casi hacer cosas desde una distribución Linux, así que toca hacerlo desde Windows.

Lo primero que hay que hacer es instalar los drivers. Primero intenté hacerlo desde la web de LG, pero me dio un error más adelante. Si es tu caso, prueba primero a reiniciar el ordenador y, si sigue dando fallo, bájate los drivers desde Softpedia.. Una vez descargado, lo ejecutas, le das permiso, seleccionas idioma y lo instalas.

No pide que reinicies, sorprendentemente. Si no lo has hecho antes, tienes que activar en el móvil el modo de Depuración USB. Para ello, vas a Ajustes > Opciones del desarrollador (si te sale un aviso, acéptalo, es normal) > Depuración USB. Comprueba que marcas la casilla. Una vez has hecho esto, puedes conectar el móvil al ordenador.

Cuando lo conectas con un cable USB, deberían instalarse los drivers (los mensajes de error son de mi impresora, los importantes son los de LG y  LGE).

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Este es un buen momento para hacer una copia de seguridad. Este tutorial no va de eso, así que no lo explicaré.

Más descargas que tienes que hacer: un software de LG que sirve para flashear (instalar cosas, para entendernos) desde el ordenador. Se puede conseguir en varios sitios, yo lo bajé de aquí. Como explica el archivo Readme, al abrirlo hay que instalar primero el paquete msxml.msi, con la configuración estándar. Si el sistema te pregunta, dale permiso para ejecutarse.

Portapapeles03Una vez hecho esto, desconectamos el móvil si lo teníamos con el cable, lo apagamos y lo encendemos en modo de emergencia. Para ello, apretamos el botón de bajar el volumen y, sin soltarlo, lo volvemos a conectar con el ordenador mediante el cable USB. Aparece en la pantalla el logo de LG, dos flechas y la frase «Download is in progress. Do not disconnect cable». Vamos a la carpeta donde hemos extraído el archivo KDZ_FW_UPD.exe y lo ejecutamos como administrador (clic derecho sobre él y selecionamos la opción correspondiente). Si hace falta, escribimos nuestra contraseña. Debemos seleccionar el tipo como 3GQCT y el modo como DIAG:

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Pulsamos en el icono de la carpeta, lo buscamos y seleccionamos el archivo 20d+root + cwm.kdz. Pulsamos el botón «Launch software update» y esperamos un rato bastante largo, varios largos minutos.Cuando el móvil se apaga, podemos desconectarlo y encenderlo. Saldrá una ventana diciendo que está actualizando aplicaciones (20 en mi caso, no sé si será lo normal porque la anterior vez que hice esto sólo decía que eran 3). Ya tenemos el teléfono con Jelly Bean (Android 4.1.2).

Fuente: Androidteeen

 

Vergüenza ajena

  1. Ignacio González (PP de Madrid) dice que las marchas son de extrema derecha y Salva Victoria (PP de Madrid) dice que son de extrema izquierda. Coordinación. (fuente)
  2. Ada Colau se hace eco (tuit)
  3. El PP de Madrid acusa a Ada Colau de mentir (tuit)

Pero, eh, los perroflautas violentos antisistema son  los que marchan.

Pepephone

Estoy viendo con cierto asombro que en Twitter hay una campaña iniciada, es de suponer, por los clientes de Pepephone en la que se ofrecen a pagar su SIM.

¿Lo qué? Lo explico. Resulta que Pepephone es una operadora virtual, no tiene red propia sino que alquila las antenas a otra empresa. Y desde que empezó a funcionar trabajaba con Vodafone. Pero lleva más de medio año intentando que esta empresa les dé servicio 4G y no lo han conseguido, así que han decidido mandarles al carajo y pasarse a Yoigo, que sí les dan la opción del LTE.

Los expertos en mercadotecnia dicen que esto es una cagada. Vodafone es una marca mucho más fuerte que Yoigo y, además, Vodafone se puede enrocar y puede obligar a Pepephone a que tenga que cambiar todas y cada una de las tarjetas SIM de sus usuarios, con un coste estimado de 3 millones de euros.

Bien, pues Pepephone no ha cedido al chantaje (no tiene otro nombre) de Vodafone y se va a Yoigo. Y resulta que los clientes se están ofreciendo a pagar de su bolsillo el cambio. ¿Por qué? Porque ven que Pepephone es una empresa que se preocupa por ellos, que los cuida y que está dispuesta a perder dinero para dar un mejor servicio a sus clientes.

Una empresa así se merece una oportunidad. Yo no soy cliente, estoy en Simyo (que es otra operadora virtual) pero echaré un vistazo a sus tarifas. Porque una empresa que no se preocupa de conseguir clientes nuevos sino de cuidar a los que tiene se merece algo. Y eso es lo que piensan los (supongo que tampoco demasiados) clientes que han creado ese hashtag.

Esto crea imagen de marca, esto fideliza a tus clientes. Esto es tratar a tus clientes como adultos. Y la pena es que nadie seguirá su ejemplo.

Tres recortes de la canallesca

Curiosamente, los tres extraídos de El País, que fue durante muchos años mi medio de referencia. Ahí van.

  • La dirección deja caer que había que satisfacer al electorado conservador para las europeas
  • La cúpula conservadora se plantea suavizar el texto tras los comicios

Rajoy intenta silenciar el debate del aborto en el PP

El debate sobre el aborto se puede interpretar como una colisión de derechos: el derecho a la vida que esgrimen los antiabortistas y el derecho a decidir que aducen los proelección. Y tenemos en España un partido que admite con toda su gracia y salero (que es muy poco) que su intención al legislar sobre estos derechos es simple y llanamente electoralismo de la peor especie, el que acude a los sentimientos primarios y no a la inteligencia.

Pero también resulta muy sorprendente que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) no haya atendido ninguna de las reclamaciones del consorcio constructor, refugiándose en los mecanismos de mediación y arbitraje que contempla el contrato.

Fiasco en Panamá

Al diario de referencia en España le parece sorprendente que una república bananera (no lo dice, pero se percibe) pretenda acogerse a un contrato. Como si los contratos estuvieran para cumplirse. Y así nos ha ido en España con los puñeteros modificados.

El temporal en Estados Unidos, que ha obligado a cancelar y retrasar miles de vuelos desde Nueva York, resultó especialmente duro para los pasajeros de un vuelo de Air Europa que debía partir del aeropuerto JFK el 3 de enero a las 10 de la noche y no lo hizo hasta esta madrugada, más de 30 horas después. Los viajeros no fueron alojados en hoteles y tuvieron que pasar la noche en la terminal.

Pasajeros de Air Europa pasan unas 30 horas esperando un vuelo en el JFK

Esto también es #marcaEspaña. Durmiendo con mantas en la terminal. Y más adelante en la noticia dicen que algunos acabaron perdiendo el vuelo por no estar cerca de la puerta de embarque. Les dejan más de un día tirados y no se dignan buscarlos. Es el mismo vuelo que cogí yo el 30, y mira que estaba contento con Air Europa, pero leo cosas como esta y lo flipo.

Por lo menos, lo sigo flipando, aún no me he acostumbrado. Mientras dure.

Esto nunca fué más que una diatriba

Mira, ya está bien. Joder ya. Estoy hasta los cojones de corregir a alumnos que escriben «fue» con tilde.

Esta palabra fue regularizada en la ortografía académica de ¡1959! Lo cual quiere decir que mis alumnos lo aprenden —erróneamente— de sus profesores de primaria, que a su vez lo aprendieron —erróneamente— de sus propios profesores. Vamos, que es un error de tercera generación.

Y ejque (perdón, me sale el acento madrileño cuando me exalto) es que no hay ninguna fuente escrita. No hay libros, no hay carteles, no hay nada que haya pasado por correctores que mantenga la tilde de «fue». Si no lo han aprendido por la calle, lo habrán aprendido en el cole. Y, joder, aprenden poco y lo que aprenden está mal. Seguro que hay coles donde todavía enseñan los nueve planetas…

Así nos luce el pelo. Lo malo, las tradiciones que no sirven para nada, las mantenemos. En España somos constantes en el error. Y un gran error de Estepaís es no hacer caso a los problemas en la educación infantil y la primaria. Todas las polémicas educativas son en secundaria. Y lo que se puede hacer en secundaria muchas veces llega tarde.

CT²

No cometeré el error de decir que Luis María Anson es tonto. Una persona que ha sobrevivido varias veces a su propia utilidad, primero cuando dirigía el ABC (el ABC auténtico, lo llama él, que una cosa es no ser tonto y otra no ser un hortera) y luego al ser sacrificado cuando dirigía La razón, no puede ser tonta.
Esto que dicho no quiere decir ni que esté de acuerdo con él ni que me caiga bien, que no lo hace. Pero al  césar lo que es del césar.

Su artículo del día 12 en El mundo muestra claramente tanto su inteligencia como otro
aspecto, que luego señalaré. Me ha costado encontrar el enlace, van con retraso o deben de pensar que nadie que sepa conectarse a internet puede interesarse por Anson.

Lo que dice Sintilde es que la Cultura de la Transición esta agotada. Gran frase esta:

o hacernos la reforma constitucional desde dentro del sistema o nos la harán revolucionariamente desde fuera. En el primer caso, la Monarquía parlamentaria permanecerá; en el segundo será arrollada

Aparte del hecho de que todo republicano dará palmas con las orejas ante la segunda perspectiva, lo interesante es ver que un eximio representante del antiguo régimen se ha dado cuenta de que se están cayendo los palos del sombrajo que teníamos montado. La cultura de la transición (CT) por fin lo ha visto. Pero más interesante todavía es ver que su solución es… ¡ Más CT! Concretamente, un pacto consensuado entre PP y PSOE en el que los líderes de las nuevas generaciones sean escuchados por, y citó textualmente la lista: Felipe, Aznar, Zapatero, Solana, Almunia, Zaplana, Bono, Duran, Tardanza, Roca…
Así pues, la solución a los problemas de España debe salir de los líderes de lo que nos ha hundido en la mierda. Es característico de la CT la huida hacia delante corriendo a todo trapo hacia atrás. La añoranza de aquellos momentos de consenso viciado. Porque, oigan, si me dan a elegir entre la monarquía borbónica y el franquismo, elijo monarquía, pero es una elección entre susto y muerte. Hoy la elección sería entre monarquía parlamentaria o república democrática, que es otra muy sugerente, y mi respuesta sería otra.
E igual que con la organización básica, todo lo demás. El tapón en que se ha convertido la generación de la transición no solo no se da cuenta de cómo está dejando el país, sino que los pocos que ya se han visto relevados y relegados quieren volver.

Joaquim Nadal fue alcalde de Gerona con 31 años. Eso, hoy, sería simplemente impensable. España, hoy, gracias a la CT, caminamos para atrás.

Mirad p’abajo, que caen garbanzos

Acabo de leer, retuiteado por uno de los profes TIC que sigo, esto:

Y, quizás porque estoy cansado de esta larga primera evaluación, aunque tampoco es que haya trabajado más que otros años, no lo veo. Está claro que tenemos que buscar actividades motivadoras para nuestros alumnos pero, ¿hasta qué punto tomar «Quién quiere casarse con mi hijo» como punto de partida no ayuda a normalizar este tipo de programas?

Hay una serie de personas y de críticos que son capaces de apreciar el aspecto cutre y camp de este tipo de programas, que si no son telebasura algo sí que se acercan. Pero la mayoría de la gente que los ve creen que esto es todo a lo que pueden aspirar: un reality show guionizado que hace burla de unos personajes planos y excesivos.

Colegios e institutos son el último refugio de la cultura. No como los monasterios en la Edad Media (hoy todos sabemos escribir y las 2 reglas [multiplicar y dividir ya nos cuesta más]) sino en otro sentido. La sociedad actual propone que somos como somos y que no podemos cambiar y mucho menos mejorar. Instis y coles son los únicos sitios donde se dice a nuestros jóvenes que pueden aspirar a más, que pueden ser más, que hay otras opciones aparte de las típicas.

Si validamos estos programas dándoles entrada en nuestros centros, no sé si estamos rindiendo la última fortaleza de la cultura, de aspirar a ser mejores. Si solo hacemos que nuestros chavales miren para abajo, caerán garbanzos. De punta.

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