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Feliz Navidad

Hoy se conmemora en todo el mundo el nacimiento de Jesús (en realidad no tenemos ni idea de cuándo nació, se puso ahora para que coincidiera con el solsticio de invierno). O sea, que hoy es Navidad.

Para los cristianos creyentes, hoy es la fiesta de Dios hecho hombre. Dios no sólo está con nosotros, sino que se hace igual que nosotros. Conoce la pobreza, el sufrimiento y el dolor, y nos comprende.

¿Qué más se puede decir? Dios no es ese señor de barba que nos juzga, sino un compañero en nuestro viaje, y su propio viaje lo inició tal día como hoy, hace, quizás, 2014 años.

¡Feliz Navidad!

Estado confesional, Estado aconfesional, Estado laico

Confesional 1. adj. Perteneciente o relativo a una confesión religiosa. U.t. c. s.

Aconfesional 1. adj. Que no pertenece o está adscrito a ninguna confesión religiosa.

Laico 2. adj. Independiente de cualquier organización o confesión religiosa.

Las tres citas son del DRAE (www.rae.es).

Esto viene a propósito de un artículo en Público escrito por Francisco Delgado, presidente de la asociación Europa Laica, en que define a España como un “Estado neoconfesional” (lo he visto en Trinchera Digital). Y creo que su crítica tiene sentido, pero que se equivoca.

Tiene sentido en el aspecto de que, pese a sus fuertes críticas al Gobierno y a la sociedad españoles, los acuerdos de financiación son cada vez mejores para la Iglesia. Esto, por otro lado, no es malo per se, la Iglesia hace mucho bien con ese dinero, pero ese no es el asunto. Sin embargo, hoy por hoy no se puede afirmar que España pertenezca o sea relativa a una confesión religiosa. La religión católica está en retroceso en la sociedad, y éste es uno de los casos en los que las instituciones van por detrás de la sociedad. Si España fuera católica, a nadie le sorprendería en mi trabajo enterarse de que no sólo voy a misa sino que encima soy catequista.

Pero la diferencia entre «Estado aconfesional», como define la Constitución a España, y «Estado laico», es grande. Y mi opinión puede ser complicada de explicar, a ver si lo consigo.

Si definimos una nación como Estado aconfesional, me parece que la estamos definiendo como imparcial frente a las creencias religiosas (o su ausencia). Sin embargo, entiendo que se ha tomado el Estado laico como una toma de postura contra estas creencias. Por esto, no creo que se pueda defender en democracia este punto de vista. No es democrático

Teoría de la relatividad

Teoría especial de la relatividad:
Esta ley, descubierta por Albert Einstein en el reverso de la tapa de un yogur, viene a decir que la percepción del espacio y el tiempo está determinada por el movimiento del observador. Una demostración práctica de este fenómeno puede comprobarse en el hecho de que un viaje en tren Bilbao-Sevilla se te hará mucho más largo si lo haces tú que si lo hace tu cuñado.

La relatividad es un arma de doble filo ya que, si bien te alarga el viaje si vas con tu suegra (lo cual es malo) te lo acorta si vas con tu novia (lo cual también es malo)… Mierda, viajar acompañado nunca sale bien. Gracias, Einstein.

(Tenía esta entrada como borrador desde hace como un mes y desconozco de dónde saqué la cita. Si alguien me ayuda, se lo agradecería).

Actualizado: Como me suponía, es de Mi Mesa Cojea.

Cristofobia/cristianofobia

El otro día se publicaba un artículo de Juan José Tamayo en El País en el que analizaba las declaraciones del cardenal Cañizares, flamante prefecto de la Congregación para el  Culto Divino (es decir, el español con el cargo más alto en la curia vaticana). Resumiendo mucho, monseñor Cañizares afirmaba que en España la sociedad está enferma por su cristofobia.

Es una palabra curiosa. Consultando el CORDE y el CREA, no aparecen ejemplos. En Google hay cerca de 65 000 menciones, pero, al menos las primeras, se refieren a las declaraciones de Cañizares, incluida una en Webislam, y en general a la polémica sobre la retirada de crucifijos. Así que podemos afirmar que es un neologismo, la referencia más antigua he encontrado una cita de monseñor Montes, obispo de Almería, ya en 2007. Sin embargo, el término inglés aparece mucho más, siempre en contextos de tipo neocón o teocón.

Este neologismo es bastante curioso. Me parece que Tamayo analiza muy bien el hecho de que en España, igual que en prácticamente todo el mundo, la figura de Cristo, Jesús de Nazaret, es generalmente admirada o ignorada, dejando aparte los ataques realizados por ateístas radicales. Tamayo cita los casos de Albert Einstein, del Mahatma Gandhi, de Leibniz o de Oscar Wilde, quienes -desde diferentes posiciones religiosas e ideológicas- expresaron su admiración por Jesús. Quizás, puestos a inventar palabras, sería mejor hablar de cristianofobia, de odio a lo(s) cristiano(s). De hecho, buscando he encontrado una web, conoze.com, que según parece, arrancó durante «la campaña contra la Iglesia Católica desatada en el verano de 2001 en España», con clara referencia a Zapatero en esa Z bastarda.

Y aquí está el error de esta postura ideológica que yo, desde luego, no comparto. Evidentemente hay una postura laicista, que no laica, en la polémica de los crucifijos, pero identificar el rechazo a lo específicamente religioso o cristiano con el rechazo a Jesús-Cristo, es alargar demasiado. Si alguien cree que en España los católicos son perseguidos (en mi opinión, más que perseguidos son tachados de «raros», como cualquier persona creyente de cualquier religión puede atestiguar), el término correcto es «catolicofobia» o «cristianofobia».

Y para terminar: ¿hay cristianofobia en España? Evidentemente, sí. ¿Es una situación generalizada? Evidentemente, no. El problema es que para combatir esos ataques, los portavoces públicoss de la Iglesia se vayan al otro extremo.

Un año se va

2008. Un año de cambios, un año de errores, un año de placeres. Un año de dolor.

2008 ha supuesto cambios en el mundo. Obama ganó las elecciones y <acronym title=»Estados Unidos»>EE UU</acronym> empieza a parecer simpático otra vez. Zapatero las ganó en España, y parece que algunos no pierden la Esperanza.

En 2008 la crisis nos ha golpeado, a algunos más que a otros. Yo no me he comprado el miniportátil que quería y en Etiopía han muerto niños a puñados, pero ¿qué me importará más a mí? Quieren refundar el capitalismo cuando habría que tirarlo abajo como la estatua de Sadam. Franco recomendaba no meterse en política, y los especuladores nos recomiendan no meterse en economía, que no sabemos. El Estado salva los dineros privados, eso es el neosocialismo español: la socialización de las pérdidas.

Política, literatura, la vida en 2008 ha estado llena de mentiras hermosas, de verdades horrendas. El siglo XXI es paradójico. Y generalmente la gente no se maneja bien en la paradoja. Premios Nobel gracias al <acronym title=»síndrome de inmunodeficiencia adquirida»>sida</acronym>, suicidios por amor de Dios, liberales exigiendo al Estado que intervenga, yo haciendo (otra vez) lo que había jurado no hacer nunca.

No sólo ha muerto gente este 2008. Han muerto ideales, han asesinado ilusiones, han infartado corazones. Ahora que viajar es barato gracias a sitios como <a title=»Atrápalo.com» href=»http://www.atrapalo.com» target=»_blank»>Atrápalo</a>, el viaje más difícil sigue siendo el mismo: el viaje hacia tu interior. En el mundo hay mucha mierda, igual que en ti. ¿Por qué, si queremos conocer el mundo, no queremos conocernos mejor? ¿No será que nos tenemos miedo?

Ha habido muchas cosas que no han podido ser este año. En 2008 conocí las cumbres del placer por medio de la infamia. Y la infamia se vengó (justicia poética) robándome el corazón y esparciendo sus pedazos por el mundo: Budapest, Arévalo, Gante, Ordesa, Madrid, Minnesota, Granada, Valdebernardo, Valdemoro. Todavía estoy recobrándolas, para qué pensar en reedificarlas.

Pero como dijo <a title=»Web de El Chojin, un rapero español» href=»http://www.elchojin.net»>aquel</a>: «la vida es una mierda, pero la vida merece la pena». 2008 ha merecido la pena

El realismo según Extremoduro

«Me gustaría sonreír / pero no tengo tantas drogas hoy aquí».

Robe Iniesta, en El día de la bestia.

Matata mingui

Extraído de un artículo de mi admirado (aunque no siempre esté de acuerdo con él) Arturo Pérez-Reverte. Lo he leído en <em>Con ánimo de ofender</em>, una recopilación de artículos. Este en particular fue publicado el 7 de febrero de 1999 en El Semanal, actualmente XLSemanal. He intentado encontrar la fuente en Internet, pero he sido incapaz de hacerlo. Unas búsquedas en Google me han llevado hasta D’Oh, a quien agradezco el esfuerzo de la transcripción.
<blockquote>Nadie sabe de verdad lo que es África hasta que no ha vivido -si es que vive para contarlo- una <em>matata mingui</em>, que es como se dice jaleo del carajo en lingala, o sea, en una de las lenguas locales que hablan allí. Cuando eso ocurre, lo que sale en la tele no sirve ni remotamente para hacerse idea. Cuando de verdad se monta un pifostio africano, o sea, una merienda de negros de color, y mis primos se ponen hasta arriba de cerveza, o de <em>banga</em>, o de lo que tengan a mano, y luego echan mano de la escopeta y del machete -les encantan esos machetes grandes y afilados que sirven para chapear la selva y para amputar al prójimo-, esas escenas que vemos de niños agonizando de hambre con los buitres preguntando quién da la vez son un paraíso de buenas maneras comparado con la que se lía. Aquello es, para que se hagan idea, como si cinco mil hooligans ingleses desesperados de la vida confundieran un bar de Benidorm con una carnicería, y cada uno estuviera dispuesto a cortarse su propio filete.

Les juro por mis muertos más frescos que el arriba firmante ha tenido miedo muchas veces a lo largo de su puta vida, sobre todo cuando se ganaba el pan a tanto el fiambre para el telediario; pero en pocas ocasiones conocí tan de cerca el canguelo como cuando en África tuve enfrente a unos cuantos fulanos dando traspiés con el casco al revés, el blanco de los ojos amarillo, una botella de cerveza en una mano y un Kalashnikov en la otra, preguntándome qué se te ha perdido por aquí, blanco cabrón. Allí, la kale borroka que se montan los jarrais de doce años con lanzagranadas -en África también se lleva mucho eso de las tribus, y las chiquilladas, y lo de ellos y nosotros- es la leche. Todavía siento sudores fríos cuando recuerdo algunos ratos: aquel fulano con un viejo subfusil Sten y unas rayban puestas, que tenían la etiqueta del precio todavía pegada en mitad del cristal, cuando dijo que me quitara los zapatos y me volviera de espaldas, por ejemplo; o el grupo de mozambiqueños fumados hasta el tuétano, discutiendo entre ellos en portugués cómo iban a machetearnos a mi cámara Paco Custodio y a mí, reservándose vivo a Nacho, el técnico de sonido, porque era jovencito, y tenía los ojos azules y el culito tierno. En África, resumiendo, aprendí un par de cosas. Entre ellas, que allí la vida humana no vale una mierda, y que las mujeres, monjas incluidas, cuando las violan diez o quince tíos uno detrás de otro, primero gritan y luego se resignan.

Y hoy resulta que, con toda esa información previa que con mucho gusto quisiera no tener, leo en un periódico que de nuevo hay pajarraca en África, y que en mitad de ese zipizape sigue habiendo, como siempre hubo, un puñado de curas y de monjas con dos cojones que siguen a pie de obra, y que se niegan a ser evacuados, y que desaparecen, y vuelven a aparecer, y desaparecen de nuevo en las zonas más peligrosas de la movida, haciendo aquello para lo que fueron allí: ayudar a otros seres humanos aunque sepan que eso no va a cambiar nada; dejarse la salud, la piel y la vida por aquello en lo que creen, sea una fe o sea una idea. Y leo esas informaciones y no puedo evitar ponerles rostros de gente a la que conocí, que a lo mejor en algún caso es la misma. Curas y monjas que a veces ni lo parecen, con los pelos largos, y las barbas, y las camisetas de heavy metal, que se la juegan un día sí y otro también en sus misiones y en sus hospitales, ayudando a nacer, ayudando a vivir, ayudando a morir a su gente, a sus hermanos, sin abandonarlos ni cuando amenaza el más horrible final. Ayudando, en resumen, al hombre a salvarse no en el hipotético reino de los cielos -que eso viene luego- sino aquí, en el jodido valle de lágrimas, en la tierra. Cogiendo en sus manos otras manos escuálidas o ensangrentadas, inclinando la cabeza para murmurar unas palabras de consuelo; o si se tercia, después y por ese orden, una oración.

Por eso, cuando a veces leo o escucho las mezquinas gilipolleces de monseñor Setién, monseñor Carles, el arzobispo de las Chimbambas, o el papa Wojtila y su enfermiza obsesión por que no forniquemos ni abortemos, siempre me digo: tranquilo, Arturín, no te cabrees, no blasfemes, piensa en los otros. Piensa en todos los que viste erguidos y serenos en mitad de la sangre y la locura. Piensa en los curas y monjas que siguen dispuestos a dejarse hacer pedazos, ellos y ellas, por dar testimonio de que también son posibles la dignidad y la vergüenza bajo el signo de la cruz.</blockquote>

Fórum de Pastoral Juvenil

Hace unos días se celebró en Madrid el I Fórum de Pastoral Juvenil, que apenas ha tenido repercusión en los medios. Es curioso, porque El País habría disfrutado con algunos de los momentos, como las críticas que el dibujante Cortés lanzó a las posturas oficiales, los testimonios de algunos «alejados» (una lesbiana, por ejemplo) o el mismo discurso de inauguración: aunque he sido incapaz de encontrar quién lo pronunció, me ha comentado Paula que fue bastante claro y bastante duro hacia la postura de la jerarquía, lo cual tiene más valor si tenemos en cuenta que monseñor Rouco estuvo presente en dicha inauguración y, de hecho, pronunció un breve discurso en el que templó gaitas.

Siempre he pensado que el contacto con jóvenes y niños te obliga a ser muy realista. Puedes estar convencido de tu posición, pero si tu postura en ciertos temas (no sólo sexo, sino otros temas de moral y también de liturgia) te impiden anunciar el Evangelio, se impone un poco de racionalidad.

No digo que debamos adaptar el mensaje a la sociedad actual para que pueda ser aceptado, sino que debemos cuidar cómo se presenta. Cuando empecé la catequesis de confirmación, el Centro Juvenil ya organizaba convivencias en La Adrada, y se separaba a los chicos de las chicas para dormir. Hoy no se hace así. ¿Eso quiere decir que el mensaje ahora es «haced lo que queráis»? No, se trata sólo de dormir, nada más, pero si cinco chavales van a dejar de ir a la convivencia por la segregación, la segregación no tiene sentido. Porque no debería ser nunca un fin en sí mismo, sino un medio de educar en el respeto y, cuando se convierte en otra cosa por temas sexomorales, se convierte en un error que debemos eliminar.

Seguro que Rouco Varela tendría un soponcio si asistiera a nuestras convivencias. Y sin embargo, creo que en ellas conseguimos transmitir el Evangelio, que es lo importante, no evitar infartos a los viejos.

En toda ocasión en que pienso sobre estas cosas, recuerdo dos frases de Esteban:

1.- Hay que procurar no escandalizar.

Que siempre he interpretado como que hay que cuidar que el «aggiornamento» no haga que los que quedan atrás se sientan separados.

2.- La Iglesia es puta, pero es mi madre.

Que viene a ser una forma más escandalosa de decir aquello de que la Iglesia es santa y nosotros pecadores, o que es más lo que nos une que lo que nos separa.

Creo que estoy divagando, lo iré dejando aquí.

We Didn’t Start The Fire – Billy Joel

Harry Truman, Doris Day, China roja, Johnnie Ray,
el Pacífico Sur, Walter Winchell, Joe DiMaggio.
Joe McCarthy, Richard Nixon, Studebaker, televisión,
Corea del Norte, Corea del Sur, Marylin Monroe.
Los Rosenbergs, la bomba de hidrógeno,, Sugar Ray, Panmunjom,
Brando, «El rey y yo» y «El guardián entre el centeno».
Eisenhower, las vacunas, Inglaterra tiene nueva reina,
Marciano, Liberace, Santayana, adiós.

ESTRIBILLO
Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.

Josef Stalin, Malenkov, Nasser y Prokofiev,
Rockefeller, Campanilla, el bloque comunista.
Roy Cohn, Juan Perón, Toscanini, Dacron,
la caída de Dien Bien Phu, «Rock Around the Clock».
Einstein, James Dean, Brooklyn tiene un equipo ganador.
Davy Crockett, Peter Pan, Elvis Presley, Disneylandia.
Bardot, Budapest, Alabama, Khrushchev,
la princesa Grace, Peyton Place, la crisis de Suez.

Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.

Little Rock, Pasternak, Mickey Mantle, Kerouac,
Sputnik, Chou En-Lai, «El puente sobre el río Kwai».
El Líbano, Charles de Gaulle, California Baseball,
Starkwether, homicidio, los niños de la talidomida.
Buddy Holly, Ben Hur, Space Monkey, Mafia,
Hula Hoops, Castro, el Edsel es un fracaso.
Chubby Checker, «Psicosis», Belgasen el  Congo.

Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.

Hemingway, Eichmann, extranjero en tierras extrañas,
Dylan, Berlín, la invasión de Bahía Cochinos.
Lawrence de Arabia, beatlemanía en Inglaterra,
Ole Miss, John Glenn, Liston derrota a  Patterson.
El papa Pablol, Malcolm X, sexo político británico,
J.F.K. destrozadom, qué más tengo que decir.

Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
la llegada a la Luna, Woodstock, Watergate, punk rock.
Begin, Reagan, Palestina, terrorismo en las líneas aéreas
El Ayatolá está en Irán, los rusos en Afganistán.
La ruleta de la fortuna, Sally Ride, heavy metal, suicidio,
deuda externa veteranos sin techo, sida, crack, Bernie Goetz.
Jeringuillas en las costas, China bajo ley marcia,
las guerras de la cola en el rock, no puedo aguantarlo más.

Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
pero cuando nos hayamos ido
seguirá ardiendo y ardiendo y ardiendo…

Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.

Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego,
no, no lo prendimos nosotros,
pero intentamos combatirlo.

Nosotros no prendimos el fuego,
siempre ha estado ardiendo
desde que el mundo ha estado cambiando.
Nosotros no prendimos el fuego…

Letra original conseguida en 365.com.

EpC

Esto es una entrada que tengo guardada desde hace bastante tiempo, pero no

La asignatura de Educación para la ciudadanía es totalitaria, dicen algunos. Y puede ser.

Claro que… Puede ser que sea tan totalitaria como la pretensión salesiana de formar «buenos cristianos y honrados ciudadanos». Porque, al fin y al cabo, lo que pretende EpC es ayudar a la formación integral de la persona. E «integral» se refiere a la totalidad de la persona.

Como educador, creo que es bueno que las asignaturas presenten temas transversales, pero no me parece mal que se formalicen y expliciten en algún momento, y mejor durante la educación obligatoria que después. Y como católico practicante, no estoy en contra de que todos los alumnos estudien qué convierte a una persona en un ciudadano. A mi fe no le atañe eso.

Iba a escribir «Es curioso», pero más bien es triste que los que dicen esto sean personas que se dedican a intentar imponer su visión de la sociedad al conjunto. Y estas personas pertenecen a la jerarquía de la Iglesia católica, lo cual, en ocasiones, me llena de vergüenza, cuando mean fuera del tiesto.

Creo, como he leído no recuerdo dónde ni a quién (si a alguien le suena esto, agradecería referencias) que el temor de la Conferencia Episcopal es que EpC supone la superación de la dicotomía Ética/Religión, lo cual sacaría a esta de la educación o, por lo menos, de la educación pública. Ahí les duele.

Yo creo que para formar un bagaje cultural útil en este país, la religión es irrenunciable, pero no la catequesis sino la historia. Quiero decir: en la escuela no se debe transmitir la fe, sino el conocimiento sobre la religión. La historia de España y su situación actual no se puede entender sin conocer la religión católica y, en menor medida, la islámica. Pero conocer algo no es lo mismo que seguirlo.

La catequesis, la transmisión de la fe, se debe hacer en otros lugares: la familia, la parroquia. Debemos separar lo público (lo común) de lo privado (en este caso, la fe, que no es algo común a todos).

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