Este va con una dedicatoria y —para qué negarlo— un poco de mala leche. Primero el original.
EPIGRAMA
SABER SIN ESTUDIARAdmiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».
Y ahora mi versión. Fui incapaz de hacerlo en octosílabos, así que hice lo que pude. El primer verso me cruje, pero no he sido capaz de mejorarlo.
EPIGRAMA
TO KNOW WITHOUT TO STUDY
Una docente quizá conUna española llena de clichés
se admiró de ese misterio que encierra
que los niños más simples de Inglaterra
sean capaces de hablartanbien inglés.
Y pensaba «Cosa del diablo es»
mientras en su blog seguía escribiendo
«que para aprenderlo yo esté sufriendo
y me esté haciendo vieja sin pillarlo
y cualquier niño en Londres, sin pensarlo,
lo más raro en inglés está diciendo».
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