Estaba yo tan pancho en mi casa, jugando al Farmville y escuchando Amaral, sintiéndome deliciosamente pequeñoburgués y ,de repente, —pese a mis repetidas órdenes en sentido contrario— mi cerebro se ha puesto a funcionar.

Unos minutos antes leí en El País un artículo sobre el pacto entre CiU y PP. La derecha, cuando hace frío, se arrejunta, no como la izquierda, que cree en chorradas como las ideas y por eso se puede sentir traicionada (¿verdad, IU de Extremadura?). Y a mi cerebro, en lugar de adormilarse siguiendo las instrucciones de Zynga*, le ha dado por pensar: ¿y si la victoria del PP es total? ¿Y si tiene más de 210 escaños o, en su defecto, llega a ese número con CiU? ¿Y si aprovecha para cambiar la constitución?

A este paso, Alemania, allá voy. No, en serio. La CiU actual es quien está haciendo los mayores recortes en el estado-del-podríamos-estar-mejor (bienestar es lo que tienen los nórdicos, no lo que tuvimos aquí) y el PP le apoya. ¿Qué harán a nivel estatal? Copago y otros recortes en sanidad y educación, usar el dinero público para ayudar a empresarios amigos…

* Y si no sabes qué es Zynga, lo buscas, que es una de las mayores empresas por ingresos del mundo.

Mirando las estadísticas del blog, he visto que alguna vez ha llegado algún alma cándida buscando información sobre el fraternalismo. Para quien no lo entienda, (yo al menos) me refiero como fraternalismo a una doctrina políticosocial en la cual el elemento central de la organización del Estado es la Fraternidad.

Dentro de los tres grandes valores de la Revolución Francesa, la Igualdad ha sido la bandera del comunismo; y la Libertad está en la base del capitalismo. Pero la Fraternidad no ha conseguido (todavía) inspirar ningún movimiento.

Uno de los problemas que se me ocurren para que esto haya sido así es que es difícil dar un nombre a la doctrina. «Comunismo» y «capitalismo» no suenan mal, al menos en su significado denotativo, las connotaciones las pone cada uno como quiera. Pero ¿»fraternalismo»? Ni de coña.

Sin embargo, igual que igualitarismo y liberalismo no son lo único que hay en comunismo y capitalismo, puede ser que lo que se necesite sea simplemente otro nombre. En el comunismo sigue habiendo capitales, aunque controlados por el Estado y en el capitalismo hay bienes comunes (hasta que los privaticen, al menos). Así que toca buscar una palabra que pueda definir el movimiento fraternalista. Y el 15-M ha dado esa palabra: «indignados».

Se puede pensar que es una palabra fea o que no tiene contenido político. A lo primero, solo puedo decir que lo que ha hecho el 15-M ha llenado la palabra de dignidad. También «radical» puede sonar mal, pero en Argentina es una opción política más. Y a lo segundo, que el contenido se lo estamos dando nosotros ahora.

El PI… Su logotipo podría ser la letra griega. En las patas, grabadas, estas palabras: «libertad» e «igualdad», que sostienen a la «fraternidad» en el travesaño. Porque todos los hombres somos, o podemos llegar a ser, hermanos.

Una bonita utopía. ¿Alguien se apunta?