Yo confieso: voté al PSOE y fui juancarlista. De lo primero no me arrepiento, en aquel momento parecía una buena idea y, cuando dejó de parecerlo, dejé de votarlo.
De lo otro sí me arrepiento. Y me arrepiento porque me engañaron. El rey y los medios monárquicos (básicamente El País) me habían convencido de que Juan Carlos había sido fundamental en la transición, lo cual es cierto pero no exactamente de la manera en que lo vendían; y por otro lado, de que Juan Carlos era una persona de trato cercano, agradable y, en resumen, «campechano». La mala de la película era la reina, que era una jodida estirada.
Y, sin embargo, no era así. El oso Mitrofán y el elefante de Botsuana son solo dos anécdotas, aunque sean significativas. Pero todo lo que está saliendo sobre su amante (vale ya de llamarla amiga) Corinna y sobre su relación con el caso Noos, aparte de la evidencia de que solo de los PGE no sale el dinero suficiente para amasar la inmensa fortuna de que disfruta el rey.
Hay demasiadas preguntas incómodas que el rey no ha respondido, y mucho menos en el beso negro de Hermida. Y las respuestas son, me temo, descalificatorias. Un Jefe de Estado que se comporta como seguramente se ha comportado el rey es indigno de ese cargo y debe dimitir. Abdicar, en este caso.
Pero una cosa que siempre he tenido clara es que yo no era monárquico, sino juancarlista. En mi caso, esto quiere decir que España podría seguir siendo legítimamente una monarquía únicamente mientras el rey y todos los miembros de su familia tuvieran un comportamiento irreprochable. Y esto no ha sido así. La abdicación de Juan Carlos I traería consigo automáticamente el entronamiento de Felipe. Pero este carece de la legitimidad que tenía su padre ante los franquistas y también de la que se ganó básicamente con el 23-F.
Felipe VI sería un rey carente de cualquier tipo de legitimidad salvo la dinástica. y esta, a la inmensa mayoría de la población (y por mucho que le duela al Abc) se la trae al pairo. Si llega a ser rey, sería un rey débil, tocado desde antes del inicio de su reinado por el caso Noós.
Parece claro que ha habido un proceso histórico por el que las monarquías europeas han ido siendo sustituidas por repúblicas y normalmente porque algún rey cometía errores garrafales o debido a catástrofes históricas del tipo «guerra» o «revolución». Espero que no lleguemos a estos últimos extremos pero, dado que el rey no hace más que meter la pata (chiste involuntario), me parece que España está entrando en ese proceso.
Porque, si a las cagadas del rey le unimos el proceso por el que millones de personas se están convenciendo de que el pacto del 78 está roto y debe ser sustituido, me parece que a la monarquía en España le quedan pocos telediarios. Unos cuantos, es cierto, y no será un proceso sencillo.
Y quizá no se cumpla, tampoco lo tengo claro porque no sé si estoy confundiendo la realidad y el deseo. El tiempo dirá.
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