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No son tontos

Un lugar común que se está instalando entre la izquierda es que el ministro Wert es un incompetente. Y es un lugar común que no solo es falso sino que también es peligroso.

El señor Wert no es una lumbrera, eso está claro. Pero ¿alguien cree de verdad que el Ministro de Educación no tiene a nadie cerca que le diga cuántas universidades hay en California*; o cuál es el sueldo medio de un profesor en España**?

Evidentemente que los tiene. Y si no los tuviera, tiene acceso a los presupuestos y usar una calculadora para dividir gastos de personal entre número de profesores sabe, creo. Pero todas estas desinformaciones tienen un objetivo claro.

Wert, como Esperanza Aguirre, es uno de de esos libeggales todas cuyas familias tienen sueldos políticos. Para ellos, que no son tontos aunque se lo hacen, la educación es muy importante y por eso intentan que solo algunos puedan acceder con facilidad a ella: los ricos y aquellos pobres que sean tan, pero tan listos que sea una pérdida no adoctrinarlos.

Este es el meollo del asunto. El sistema educativo, dicen los manuales del antiguo CAP que nadie se leía, es un subsistema del sistema social, y controlar el sistema educativo te pone en disposición de controlar mejor todo el sistema. Potenciar una educación clasista (es de reír por no llorar esta noticia sobre todo por eso de «el inspector opina que el nivel es demasiado alto para la educación pública» [énfasis mío] ) permite que solo algunos alumnos puedan desarrollarse; casualmente, estos alumnos serán los de clase alta, cuyas familias puedan costearse una educación de calidad. Para el 99%, quedará la pública, pero no como ahora. Ahora la publica en España está en la media de la OCDE en resultados PISA, mientras que la inversión está un punto por debajo, pero cuando la inversión se hunda, los resultados se hundirán también. Es inevitable.

 

¿Y la concertada, se preguntarán algunos? Este es el chiste de la jugada. Ahora mismo la concertada juega a dos barajas. Hay muchos centros concertados que funcionan con los mismos criterios que la pública. Yo mismo estudié en uno así. Pero también hay otros que quedan para la clase media con ínfulas: esos que piden «donaciones» a los padres de hasta 6 000 €. Con los recortes, digo yo que también llegarán las vacas flacas a la concertada, y las dos barajas se romperán: los concertados que cumplen los criterios quedarán tan arrasados como la escuela pública, y los concertados de pseudoelite seguirán igual, aunque cada vez menos familias puedan pagar sus «donaciones voluntarias».

 

Conclusión: las actuales administraciones españolas buscan un sistema educativo fracturado, para controlar mejor una sociedad fracturada. ¿Se lo vamos a permitir?

es gratis
** Fuente: La Vanguardia

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