El otro día me llegó un correo de un amigo pidiendo ayuda para una conocida. Ha acabado la carrera de Magisterio con la especialidad de Educación Infantil y tiene hecho el curso de animador de tiempo libre. El favor era mover el currículo en los centros que conozco.
Bien, la cuestión es que yo NO PUEDO hacer eso. No dudo en absoluto de su profesionalidad, de su formación ni de su vocación, pero para acceder a la función docente pública hay que pasar un proceso de selección con criterios (más o menos) objetivos y no cabe la menor posibilidad de enchufismo. ¿Eso es malo?
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