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Inicio de poema

Te echo de menos
y no sé quién eres…

Y debería seguir, pero no se me ocurre cómo.

AverMedia Volar X (TDT) en Ubuntu 9.10

(Aviso previo: entrada friki. Amigos y conocidos, pueden pasar de largo.)

[Aviso para Ubuntu 10.04] Lucid reconoce la AverMedia Volar X al conectarla al ordenador, salta el Gestor de controladores restringidos y pregunta si queremos instalar el driver adecuado, con lo cual, debería no hacer falta todo esto. Sin embargo, he tenido un accidente con la tarjeta y no he podido comprobar si funciona. En cuanto pueda, vuelvo a actualizar esto.

Editado: El amable fbaldovi me señaló que faltaba la línea para cargar el controlador. Ya está (creo) arreglado.

Después de un año y nueve meses, y después de mucho intentarlo y de mandar el tema a la mierda unas cuantas veces, por fin lo he conseguido. Mientras escribo esto estoy viendo Los increíbles en Cuatro a través de mi ordenata con Ubuntu. El mismo día que la tele de casa se declara en huelga, menos mal… Tras mucho buscar, he conseguido configurar la tarjeta sintonizadora de televisón dual (analógica y TDT) AverMedia Volar X DVB-T.

Ha sido difícil encontrar en Internet la información. Al final, dos páginas han sido básicas para conseguirlo: LinuxTV yWebyFoto. Y la base estaba en esta última. En una entrada de mayo encontré lo más importante.

Lo primero que hay que hacer es comprobar que Ubuntu reconoce la tarjeta. Para ello, después de conectarla hay que abrir un terminal y ejecutar lsusb. Debería aparecer algo muy parecido a Bus 002 Device 002: ID 07ca:a815 AVerMedia Technologies, Inc.. Lo importante es lo que va detrás de los dos puntos, en el anverso de la tarjeta se puede comprobar que el número 815 corresponde.
Según he leído en otras webs, el controlador de esta tarjeta venía incluido en el kernel de Jaunty, pero por lo que sea ha desaparecido del kernel de Karmic, por lo que, como señalaba Web y Fotos, había que compilar. Y no me apetecía hacerlo, más que nada porque en más de tres años que llevo jugando con Linux he sido incapaz de compilar nada con éxito. Así que seguí buscando.

Y buscando, buscando, encontré la solución: LinuxTV. Tienen un wiki quizas no muy extenso, pero que me dio la clave: qué firmware instalar (y cómo, claro). En consola es más sencillo. Volvemos al Terminal y pulsamos:

cd /lib/firmware
y después
sudo wget http://www.otit.fi/~crope/v4l-dvb/af9015/af9015_firmware_cutter/firmware_files/4.95.0/dvb-usb-af9015.fw
(esto es una sola línea)

Esto copia el driver en la localización adecuada: la carpeta «firmware» dentro de «lib», por esa manía de Linux de tener las cosas ordenadas. Para cargar el módulo, es decir, para activarlo, hay que teclear

sudo modprobe dvb-usb-af9015

Con esto, la instalación del driver está terminada. Pero con esto no basta, hay que configurar algún programa para ver la tele. Totem reconoce la tarjeta, pero para crear la lista de canales pide instalar un programilla adicional y, además, no es un programa que me guste especialmente. Probé con VLC, pero aunque reconoce la tarjeta, tiene tantas opciones que no supe indicarle dónde buscar los canales. Así que volví a Web y Foto y proponían instalar Kaffeine y todo lo que llevara xine en el nombre. Yo instalé libxine1-all-plugins, libxine1-ffmpeg (estos dos me parece que son los importantes), libxine1-gnome, libxine1-xvdr,
xine-console y xine-plugin.

Al abrir Kaffeine seleccionamos TV Digital y abrimos el menú Television > Configure Television y en la Pestaña «Device 1» hay que seleccionar «es-Madrid» o la opción más adecuada en tu caso, en Source. (no se debe cambiar lo que pone en la última opción). Después escaneamos los canales en Television > Channels > Start Scan . Y ya tenemos los 34 canales configurados (o esos recibo yo). Y funciona bien, se puede cambiar el idioma del Dual y el EPG (guía electrónica) está disponible en Television > Program guide, pero no he encontrado ni la opción de los subtítulos ni del teletexto. También, si alguien sabe cómo poner el programa en español, lo agradecería.

Pensamiento único

Esta tarde, con la nieve, ha sido provechosa en lo virtual. Ahí va una perla del humorista Mel:

Cómo se designa a los obispos

Escribe Juan José Tamayo en El País un artículo en el que, partiendo de la polémica suscitada por la revuelta de un sector del clero vasco contra el nombramiento como obispo de Munilla.

Aunque debo decir que me parece que el señor Tamayo parte de una postura militante y. por eso, a veces pierde la perspectiva, sí es verdad que estoy de acuerdo con la tesis del artículo.

Para quien no lo tenga muy claro, los obispos son elegidos, pero no por el pueblo ni los religiosos de la diócesis a la que son destinados, sino por el Vaticano. Básicamente, el nuncio apostólico (embajador) reúne información y manda una serie de nombres al Vaticano, desde donde se elige a uno de ellos. Evidentemente, el nuncio no se dedica a visitar la diócesis preguntando a la gente, así que se dirige a la Conferencia Episcopal, que es quien le informa y propone los nombres que llegan al Papa.

Esto, en la España de hoy, tiene claras consecuencias políticas. Teóricamente, el obispo más poderoso de España es el primado de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez. Sin embargo, el poderoso caballero hace que en la práctica el obispo más poderoso es el encargado de la diócesis con más dinero: Madrid. Es decir,Antonio María Rouco. Además, Rouco es el presidente de la Conferencia Episcopal, un órgano nuevo, creado en el concilio Vaticano II para dar forma al colegio de los obispos pero que ahora mismo no está muy claro para qué sirve, aparte de que en sus elecciones se ve el equilibrio de poder dentro de la jerarquía católica. Y resulta que en las dos últimas elecciones a presidente de la CEE se han presentado al puesto Ricardo Blázquez, obispo de Bilbao, conservador pero tranquilo, y el susodicho Rouco.

En las penúltimas elecciones fue elegido por los pelos Blázquez, que impulsó una política de acuerdo con el gobierno del PSOE. Pero en 2008 se volvieron a convocar elecciones y esta vez ganó —por los pelos— Rouco, que ha decidido que la Iglesia no es una congregación de fieles, sino un partido político ultraconservador que debe hacer oposición a Zapatero. Y de aquí han venido las grandes manifestaciones, declaraciones altisonantes, etc., que ha habido últimamente.

Pero me distraigo. El problema es que con este sistema de cooptación (se escoge al líder de entre el grupo) no hay democracia. No puede haberla cuando la elección viene de arriba: el Vaticano escoge a los obispos y estos de entre ellos mismos al presidente de la CEE. Pero esto no fue siempre así. De hecho, en la Iglesia primitiva (lo cual quiere decir «más cercana en el tiempo a Cristo» e, incidentalmente, «durante siglos») eran las comunidades, el pueblo, quienes escogían a los obispos. Generalmente de entre ellos mismos, aunque hay casos famosos en que escogieron a extranjeros prestigiosos, como el caso de San Agustín en Hipona. Esto tenía todo el sentido, al fin y al cabo el obispo es un «pastor», es quien debe cuidar de la gente de su diócesis y nadie conoce mejor los problemas de un lugar que quien es de allí. Sin embargo, esto se fue perdiendo por dos procesos independientes aunque paralelos: la progresiva centralización de la Iglesia según ascendía la sede romana; y la feudalización de toda la sociedad, que fue creando la imagen del pueblo llano como lacayo de un señor, el obispo en este caso.

Y mientras la Iglesia no recupere algo de esta democracia originaria, habrá problemas. Y es cierto que la democracia ha sido denominada (no sé por quién) «la dictadura de la mayoría», pero ahora mismo hay mucha gente, seguramente más de un millón de personas, que no se sienten representadas en absoluto por los obispos. Porque ahora mismo el gran problema de la Iglesia española es que es una realidad riquísima, con muchas tendencias diferentes que la nutren, pero quien domina no trata de consensuar, sino que está en un extremo. Y no es bueno confundir la radicalidad evangélica con la radicalidad ultraconservadora política.

Tres predicadores

No sé si ya lo colgué, pero por si acaso…

Saco este texto (respeto la puntuación original) de La voz de los muertos, una novela de ciencia ficción que es la continuación de una de las obras maestras del género en los últimos años, >El juego de Ender, ambas de Orscon Scott Card. Además del contacto con otras razas extraterrestres, un tema que predomina en la saga es la religión y su influencia en la sociedad —cabe señalar que Card es mormón, y la influencia de su credo es abrumadora en toda su obra—.

Se supone que el texto es de un santo católico, fundador de una orden religiosa centrada en el conocimiento científico, los Hijos de la Mente. Y me encanta (el texto, pero también San Ángelo).

Un gran predicador está enseñando en la plaza del mercado. Y resulta que un marido encuentra pruebas esa mañana del adulterio de su esposa, y la muchedumbre la lleva a la plaza para lapidarla hasta la muerta. (Hay una versión familiar de esta historia, pero un amigo mío, un Portavoz de los Muertos, me ha hablado de otros dos predicadores que se encontraron en la misma situación. De estos es de quienes voy a hablaros).

El predicador se adelanta y se coloca junto a la mujer. Por respeto a él la muchedumbre se detiene y espera con las piedras en la mano. «¿Hay alguien aquí que no haya deseado a la esposa de otro hombre, al marido de otra mujer?», les dice.
Ellos murmuran y dicen: «todos conocemos el deseo. Pero, Maestro, ninguno de nosotros ha cometido el acto.».
El predicador dice: «Entonces arrodillaos y dad gracias a Dios porque os hizo fuertes.». Toma a la mujer de la mano y la saca del mercado, y justo antes de que ella se marcha, le susurra: «Dile al señor magistrado quién fue el que salvó a su amante. Dile que soy su siervo leal.»
Así que la muer vive, porque la comunidad está demasiado corrupta para protegerse del desorden.

Otro predicador, otra ciudad. Se acerca a la mujer y detiene a la multitud, como en la otra historia, y dice: «¿Quién de vosotros está libre de pecado? El que lo esté, que tire la primera piedra.»
La gente se avergüenza y olvidan la unidad de su propósito al recordar sus pecados individuales. «Algún día —piensan—, puedo ser como esta mujer, y esperaré el perdón y otra oportunidad. Debo de tratarla como me gustaría que me tratasen.»
Y cuando abren las manos y dejan que las piedras caigan al suelo, el predicador recoge una de ellas, la alza sobre la cabeza de la mujer y golpea con todas sus fuerzas. Aplasta su cráneo y esparce sus sesos por el suelo.
—Yo tampoco estoy libre de pecado —le dice a la multitud—. Pero si dejamos que sólo la gente perfecta cumpla la ley, pronto la ley morirá, y nuestra ciudad con ella.
Así que la mujer muere porque su comunidad era demasiado rígida para soportar su desviación.

La versión más famosa de esa historia es notable porque es rara en nuestra experiencia. La mayoría de las comunidades se encuentran a caballo entre la podredumbre y el rigor mortis, y cuando se desvían demasiado, mueren. Sólo un predicador se atrevió a esperar de nosotros un equilibrio tan perfecto que pudiéramos cumplir la ley y perdonar la desviación. Por eso, naturalmente, le matamos.

San Ángelo, Cartas a un hereje incipiente

¿Es realmente tan exigente el predicador de Nazaret?

¿Qué es lo contrario de aburrido?

Acabo de leer en las estadísticas del blog que alguien, algún jovenzuelo ignorante seguramente, ha llegado al blog buscando qué es lo contrario de «aburrido».

Joder con la cuestión. Parecía fácil pero luego me he dado cuenta de que no es tan sencillo. ¿Será entretenido? ¿O divertido? Si el blog se llama El blog del aburrido es porque YO estaba aburrido cuando lo abrí. Y lo contrario de estar aburrido, claramente, no es estar divertido. ¿Estar entretenido, entonces? Tampoco me convence, no sé por qué.

(Y, una vez más, el prodigioso super-profedelengua volvió demostrar que lo de desfacer entuertos no es lo suyo)

¿Cuál será el dichoso antónimo?

¿¿¿Cómo???

Todavía no he acabado mi crítica personal de Celda 211 (no sé por qué me da que me va a costar) y, como suele suceder, cuanto más tiempo libre tengo, menos actualizo el blog. Ahí va una tira de Mel, humorista que conozco de El Jueves, sobre la educación y esas cosillas:

Para qué sirven los estándares lingüísticos

Parece una chorrada y, en cambio, lo es.

Pero me llama la atención que en el domino anglohablante (hala, qué bien escribo a veces…) no tengan claro cómo se pronuncia el año 2010: ¿veinte-diez?, ¿dos mil y diez?,¿dos cero diez?,¿dos mil diez? Es algo que en español no se nos habría ocurrido. Los números se dicen como se dicen y punto.

Me pregunto si Oxford y Cambridge tendrán algo que decir. La RAE desde luego que tendría bastante.

http://www.twentynot2000.com vía Techcrunch.

¡Feliz año nuevo!

Por Facebook paso, porque cada vez más me parece que las redes sociales NO son tan sociales como las pintan. Por ejemplo, llevo más de un mes intercambiando regalos virtuales con un ex-compañero del colegio y creo que aún no nos hemos dicho ni hola.

Pero quien lee esto es porque realmente quiere y le interesa (los que llegan vía Google no ven la portada sino directamente la entrada en cuestión) y porque realmente me quiere y le intereso, así que:

¡Feliz 2010!

Los MCS y la Iglesia, otra vez

Estoy escribiendo una entrada sobre Celda 211, pero me toca los cojones cómo los medios de comunicación social están tratando la concentración en defensa de la familia cristiana que ha organizado Rouco junto al Santiago Bernabéu.

No estoy muy de acuerdo con las motivaciones de la manifestación, no creo que en España se esté atacando al modelo tradicional de familia. Porque extender derechos a grupos que no los tenían no significa recortarlos a otros. A no ser que esos derechos se lean no como derechos sino como privilegios; entonces, claro, perder privilegios es ser atacados.

Pero lo gracioso es el tratamiento que, por ejemplo, El País y La Sexta están dando a la manifestación. En ambos casos se hace hincapié en el dinero gastado (Incompatible con tiempos de crisis, según La Sexta [no sé cómo enlazar a la imagen]) y El País acaba señalando que se ha puesto en práctica un sistema de SMS para sufragar los gastos, y en las noticias de La Sexta se ponen imágenes de voluntarios pasando el «cepillo».

Coño, ¿no habíamos quedado los progres en que la Iglesia debía autofinanciarse? Y si no lo hace pidiendo dinero a sus feligreses, que dan libremente, ¿cómo carajo van a hacerlo?

Hay veces que los medios de izquierdas se equivocan, caen en una falacia ad hominem, cualquier cosa que haga la Iglesia está mal. No porque esté bien o mal, sino porque lo hace la Iglesia. Y no es eso, señores, no es eso.

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