He intentado animar sobre el éxito de nuestra movilización, valorar los primeros resultados, analizar de la forma más clara que soy capaz la situación y los peligros que corremos en estos momentos. Quiero ser optimista y aunque no se me escapa que se avecinan tiempos oscuros, tiene que ser infinita nuestra pasión por la luz, que diría El Quijote. La lucha por una educación pública de calidad tiene que seguir siendo un compromiso permanente y como sucede en la historia cuando las cosas se ponen feas, una obligación moral.
En Rebelión tienen un artículo interesantísimo firmado por Agustín Moreno. Ese es el último párrafo, aquí el artículo completo.
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