Son dos webs de ¿humor costumbrista?: Asco de vida y Tenía que decirlo. Y leyéndolas te queda, o por lo menos a mí me queda, una sensación contradictoria. Por un lado te ríes mucho, pero por otro lado flipas de cómo ve la vida la gente. En general, quienes escriben parecen ser buenas personas a las que la vida no les trata muy bien. Pero hay cada egoísta cabrón que ni siquiera se da cuenta de que lo es. Quiero decir, una web para quejarse de la vida no quizás el sitio más adecuado para quejarse de que tu novia te haya pillado con su amiga. Coño, si lo haces luego no te quejes, ¿no?
Además, es curioso leer que todas las mujeres heterosexuales que escriben sobre relaciones buscan hombres sensibles, que las escuchen y luego las follen bien folladas. Y yo me pregunto: ¿dónde se pide turno para intentar convencerlas…?
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