Suelo decir, por ejemplo en la introducción a Poesía primera, que la inspiración me suele venir en los malos momentos. A veces me da la sensación de que cuando estás de bajón tienes que exorcizar la pena escribiendo, mientras que los buenos momentos la opción sensata es vivirlos, sin más.
Pero tenía un verso dándome vueltas por la cabeza y en uno de los blogs de El País que leo alguna vez he visto esta viñeta:
Me ha gustado el verso pero no sabía de dónde podía ser. Una rápida búsqueda y he dado con «Inventario de lugares propicios al amor». Y la inspiración ha llegado. Al final, mi verso no ha sido el primer verso, he dejado el dudoso honor a una frase de Celtas Cortos para que el homenaje no sea tan plagiario. Pero no está mal, creo.
Estaba escribiendo el poema en el portátil de mi hermana… Sí, lo sé, un poeta no debería decir que escribe a ordenador, queda poco romántico, mucho menos que usar una pluma rellena de tinta china auténtica, pero es que soy zurdo y cuando escribo con pluma se corre la tinta, así que seguiré con el ordenata… y el portátil se ha apagado sin avisar, así que lo he tenido que reconstruir. No es igual, pero sí parecido.
En estos días inciertos, proclives al odio,
en los que las ordenanzas prohíben las caricias
y el nihilismo es lo unico que resta a los jóvenes,
en que decir «te quiero» es un riesgo
inaceptable y por eso inaceptado,
he encontrado un motivo para buscar
lugares propicios para el amor.Te he encontrado entre los árboles frutales,
en las ramas de un álamo al que quise trepar
y me perdido en las galerías que hemos visitado,
las que no vi ni en mis mejores sueños.
Mi camino subterráneo me ha llevado a tu figura
medio rubia, alta, espigada, hermosa cuando te miro
y más cuando esquivas mis ojos.He mirado contrafuertes de viejas ermitas derruidas
parques públicos y el quicio de tu casa,
lugares convertidos en acogedores
por el calor de tu presencia exponencial.
Y aquí donde estoy las piedras de siete
o quizás solo de seis colores ya no son
tropiezos en mi memoria y mis espinillas;
se hace bueno lo malo vivido cuando veo que no son
sino baldosas del camino que lleva a ti.Lamento que el poeta desfallezca en la esperanza
y se proponga quizás vivir vaciando su alma
al llenarla de hastío e indiferencia,
me he visto reflejado en sus versos tristes.
Alguna vez —no lo negaré— he estado tentado
de vivir olvidando la esperanza
pero siempre he sentido, y he comprobado,
que la esperanza es la ruta que me lleva a ti.
4 comentarios
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No, la verdad es que no te quedó nada mal…
Preciosisimo poema, polkillas. Se entiende, es sencillo, y está cargado de descripciones evocadoras ¡¡¡y precioso el mensaje!!
Autor
Gracias, Estela (y también a Azahara). Conozco quien se ofendeŕia por ese «es sencillo», pero no es mi caso, prefiero que me entiendan, ya que nunca pasaré a la Historia de la Literatura Española, así con mayúsculas.
El sabor de boca que me deja Inventario de lugares propicios para el amor es bastante agridulce. Pero ahora mismo, leer la palabra amor me hace ser optimista. Y como mi poesía tiende a ser pesimista, ¡hay que aprovechar el tirón!
Las descripciones evocadoras son una mezcla de los lugares que buscó Ángel González y otros lugares que he encontrado yo. O que hemos encontrado, debería decir.
Para mí la sencillez es una gran virtud, o la virtud. ¿Qué más se puede pedir en la vida que tener amor en abundancia y ser sencillo? No sé, así lo veo yo. Por otra parte, estoy segura de que en la Historia de la Literatura Universal hay muchas personas sencillas. Y también en la española, por ejemplo, ¿no te parece sencilla la poesía de Machado? No siempre, quizá, pero sí muchas veces.
También pienso que los grandes científicos han de ser sencillos porque es necesaria la sencillez para estar abiertos a un cambio de paradigma y para estar siempre haciéndose preguntas sin la certeza de tener la última respuesta.