Ingredientes:
- – Galletas, 250 gramos
- – Gelatina, 4 láminas
- – Queso en crema, 350 gramos
- – Mantequilla, 125 gramos
- – Azúcar, 100 gramos
- – Nata líquida, 500 mililitros
- – Mermelada para decorar, del sabor que queramos
Preparación:
- Empezaremos con las galletas,tenemos que machacar lo equivalente a un paquete hasta convertirlas en polvo. Podemos colocarlas en un cuenco y con el mortero ir las aplastando o triturarlas directamente en la batidora.
- Mientras poner en un vaso de agua las láminas de gelatina para que se vayan hidratando.
- Ya trituradas,ponemos las galletas en un bol y echamos la mantequilla. Es mejor que al echarla ya esté a temperatura ambiente. Empezamos a remover para mezclar bien la mantequilla con el polvo de galletas, cosa que haremos con las manos, hasta formar una masa.
- Coged el molde que vayáis a usar y extender la masa que habéis hecho con las galletas y la mantequilla por todo el molde. Eso será la base de la tarta de queso, así que aseguraos de extenderla bien por todo el molde.
- En un cuenco mediano echamos toda la nata y le añadimos las láminas de gelatina y lo removemos todo bien para que se mezclen. Ya conseguido lo echamos todo al vaso de la batidora junto con el queso cremoso o fresco y tres o cuatro cucharadas de azúcar. Batirlo todo bien hasta conseguir una mezcla parecida a una crema.
- Ya mezclado todo, verter la crema que se formará en el molde sobre la base de galleta que preparamos antes. Extenderlo todo bien para que quede bien igualado. Lo metemos en la nevera durante un par de horas para que cuaje bien.
- Ya lista, solo tenéis que echar la mermelada que más os guste por encima de la tarta.