Felipe había dormido mal esa noche, pero tenía ganas de ir al instituto. Era el primer día de instituto y quería empezar por fin con el periódico. Era una actividad nueva. No le había costado convencer a su departamento de que colaborara con él, pero sí había costado mover a otros departamentos: Plástica para el logotipo y lo audiovisual, Tecnología para aspectos técnicos… El toque maestro fue convencer al director de que su especialidad podía verse beneficiada. Hacer digital el periódico fue seguramente lo que más atrajo a los chicos. Ver que cada cosa que iban haciendo se podía ver desde fuera del instituto les llamó la atención. El primer comentario de un lector fue un acontecimiento. Abdel fue el afortunado que atrajo ese comentario y se ganó muuuchos comentarios irónicos y envidiosos de sus compañeros. La biblioteca del instituto se convirtió en el centro neurálgico del periódico. Además de ser la sede de la redacción, durante los recreos los alumnos se acercaban para ver las últimas novedades, hacer comentarios y, claro, perder el tiempo…
…Anda, deja de perder el tiempo imaginando tonterías y apúrate, Fernando, que tenemos reunión con la inspectora para corregir la página 23 de la programación.
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