(Qué chulo me ha quedado el título)

Pues resulta que este año, entre cursos, tutorías y otras hierbas, estoy intentando encontrar nuevas formas de introducir los textos literarios en el aula.

No es una tarea fácil, la verdad, y reconozco que me cuesta salir del libro de texto, no tanto por mí como porque a los chavales les cuesta dejarlo aparte, es su guía y su brújula en el proceloso mar de la educación. Pero merece la pena intentarlo.

Y este año estamos intentando innovar, presentar cosas nuevas. Sole, mi jefa de departamento (¡enhorabuena!) nos ha propuesto una actividad para 2º de ESO; y Elena ha propuesto otra para 1º.  Y quiero explicar esta última.

Una de las dificultades de la Literatura en el aula es conseguir que los alumnos vean los textos literarios como lo que son: historias sugerentes, expresión de sentimientos (y da igual que sean verdaderos o falsos)… Verdad a través de una mentira, al final.

Y una cosa que se nos ha ocurrido es proponerles que usen su propia creatividad. Así que hemos introducido el Rincón Literario. ¿En qué consiste? Es sencillo de explicar: una cartelera en clase que sea absolutamente de los alumnos, en la que puedan colgar todo lo que quieran, con dos únicas reglas:

• Tienen que colgar dibujos Y textos.
• O el dibujo o el texto tienen que ser originales.

De esta manera, trabajamos la interdisciplinariedad con el Departamento de Educación Plástica, además de hacer a los alumnos responsables no sólo de su aprendizaje sino de la ambientación de su aula, y de una manera activa. Los autores de LOGSE y LOE estarían orgullosos.

Como ya he dicho antes, a mí estas cosas me cuesta empezar a moverlas pero sí se me da mejor seguir ideas de otros. Y cuando Elena me comentó esto, a mí se me ocurrió que la idea era similar al proyecto Libros a la calle, que hace lo mismo: coger textos breves e ilustrarlos para decorar, entretener o lo que sea en los vehículos del Consorcio Regional de Transportes de Madrid. Así que lo propuse y yo ya lo he hecho: imprimir varias (muchas, en realidad) de esas hojas para iniciar el Rincón Literario.

Y una cosa que me pareció una chorrada pero que, por lo menos con un 1º de la ESO bueno como tengo este año, ha funcionado bien ha sido proponer a mis alumnos lo siguiente: cuando cualquiera de ellos haga un texto y/o un dibujo, puede colgarlo sin censura previa (sí tiene que haber una censura porsiaca, como dirían ellos, pero lo ideal es que se note lo menos posible) y, a cambio de su esfuerzo, se quedan uno de los textos de las campañas de Libros a la calle. Y, si, de verdad que a mí también me parece una chorrada, pero les gusta. Sobre todo si en clase se ha hablado de alguno de los autores o de las obras, o si se han leído.

Otra posibilidad que se abre es unir la literatura y la música. Dentro de los carteles de Libros a la calle, bastantes de los poemas han sido musicados (Palabras para Julia funciona muy bien, Poderoso caballero es don Dinero…) e incluso alguno de ellos son directamente canciones, así que se puede aprovechar para poner alguna de esas canciones en clase y trabajar con ella lo que podamos: métrica, figuras o, simplemente, comprensión escrita.

En fin, que seguramente me he emocionado demasiado con el proyecto, pero la verdad es que le veo posibilidades y por eso quería compartirlo.

En resumen, este proyecto permite dar una finalidad práctica a la lectura de textos literarios, promueve la creatividad y el trabajo interdisciplinario, ayuda a decorar las aulas… Parece demasiado bonito para ser verdad, pero por ahora los alumnos están encantados.

Y yo también, la verdad.