Primero debemos comprobar que el balón debe ser esférico y no ovalado. Debemos seguir los siguientes pasos:
1.Toma distancia del balón en un leve ángulo. Acércate al balón como lo haces normalmente, solo prepárate para rematar el balón con la parte interna del pie rematador.
Por lo general, la alineación de tu cuerpo no es de frente a la portería. Si vas a patear el balón con la parte interna del pie derecho, tu cuerpo debe estar mirando levemente hacia la derecha de la portería. Si vas a patear el balón con la parte interna del pie izquierdo, tu cuerpo debe estar mirando levemente hacia la izquierda de la portería.
2.Cuida tu pie de apoyo al comenzar a patear el balón. Tu pie de apoyo es el pie con el cual no estás pateando, el pie que servirá de ancla para tu pie rematador. Planta tu pie no rematador mirando levemente hacia adelante en dirección de la curva inicial, para que cuando remates el balón con la parte interna del pie, ambos pies estén casi paralelos. Colócalo lo suficientemente lejos para que puedas impactar el balón con la parte interior de tu pie, pero lo suficientemente cerca como para no tener que estirarte para llegar, quitándole potencia a tu remate.
3.Mantén la mano que está del lado de apoyo del cuerpo despegada para tener equilibrio y potencia. Te debes mover hacia el balón y tu cuerpo se debe curvar levemente a la hora de patear el balón. Mantener tu mano del lado de apoyo despegada y en alto mientras pateas te ayudará a añadir potencia a tu remate y te dará equilibrio para lo siguiente.
4.Impacta el balón con la parte interior de tu pie, justo donde el dedo termina y el pie empieza. El balón rodará hacia atrás junto con la parte interior de tu pie. Debes rematar el balón en el costado inferior derecho si estás rematando el balón con tu pie derecho.
Mira el balón fijamente como si fuera un círculo e imagina una cruz (+) justo en su centro. Para un remate con el pie derecho, impacta el cuadrante inferior derecho del balón. Para un remate con el pie izquierdo, impacta el cuadrante inferior izquierdo del balón.
5.No muevas tu pie de apoyo. Este pie debe mantenerse quieto apuntando hacia la línea original. Mantenlo equilibrado y firme con la ayuda de tus brazos.
6.Mientras tanto, continúa soltando tu pierna de remate hacia el gol después de que el balón es pateado. Trata de poner tu pierna de remate cruzada con el cuerpo, para que exageres el movimiento de de afuera hacia dentro y estés seguro de continuar con tu remate.
7.Si quieres levantar el balón, remata por debajo de él. Debe haber suficiente elevación para enviar el balón por encima de la barrera. Cuando tu pie cruza y rodea, creas efecto en el balón, ¡lo que hará que el balón se curve y se sumerja! Puedes aumentar la altura de elevación del balón al retroceder los hombros durante el contacto. Recuerda ponerle suficiente efecto y rotación para enviarla con dirección a portería nuevamente.
Inclínate hacia atrás si quieres que el balón vaya hacia arriba o inclínate hacia adelante si quieres curvar el balón hacia abajo. Esta técnica puede efectuarse en cualquier remate, con los mismo resultados.