Una profesora y… ¿algo más?
Seis meses acudiendo a clase cada día para recibir las clases de Jill Watson. Jill respondía, daba explicaciones, planteaba dudas… Era tan buena profesora que hasta un estudiante de la Universidad Tecnológica de Georgia la iba a nominar como mejor profesora de la Universidad. Pero Jill ocultaba parte de ella a sus alumnos.
Cada día la ciencia avanza a una velocidad vertiginosa y no sabemos hasta dónde puede llegar a día de hoy. Este puede ser un ejemplo claro de que el futuro se hace presente en nuestro día a día.
La semana pasada saltaba a la luz una noticia que ha sorprendido a media humanidad. Nada hacía sospechar que detrás de las respuestas de Jill, profesora del curso de diseño de programas informáticos, realmente había un robot.
Jill Watson era realmente un sistema de inteligencia artificial elaborado por IBM para ser el asistente de 300 alumnos durante 6 meses que duraba el curso.
Hoy en día es difícil creer que un robot pueda actuar como una persona y no ser descubierta, que pueda interactuar con alumnos con una capacidad de respuesta similar al ser humano.
El año pasado un equipo de investigadores de «The Wall Street Journal» comenzó a crear a Jill Watson analizando minuciosamente los comentarios de un fuero de discusión denominada «Piazza» y dándoles la información necesaria para que ella pudiera responder a las preguntas relacionadas en base a las respuestas anteriores. A finales de marzo de 2015, comenzó a publicar sus respuestas. Pero Jill no era un robot normal. De echo, los alumnos nunca sospecharon nada porque sus respuestas eran como las de un ser humano.
«Parecía una conversación con un ser humano» asegura una de las estudiantes del curso.
«La mayoría de los chatbots operan a nivel principiante, pero Jill opera a un nivel experto»afirmó uno de los profesores de informática de la Universidad. Y añade que no hay que confundirla con los chatsbots, ya que Watson no responde si no tiene una seguridad en su respuesta de un 97%.
Jill no solo cumplió con las expectativas de sus creadores sino que consiguió superarlas. La tarea de esta profesora era responder a todas las dudas de sus 300 alumnos sin que se dieran cuenta de que es un robot.
Mola mucho yo quisiera tener una profesora robot
Debe de ser muy raro tener una profesora robot, descubrir un día que quien pensabas que era una persona ahora fuese un robot
Una noticia muy interesante a la vez que curiosa y divertida