P:¿Por qué eres cura?
R: Bueno, desde muy niño comencé a sentir mucha admiración por la Iglesia y de manera muy especial por la eucaristía, yo recuerdo sobretodo cuando hice la preparación para la primera comunión, los catequistas, el mensaje; es decir, que te enseñaban a creer en un Dios cercano, eso a mí me marcó mucho y después de la primera comunión fui parte de grupos de la parroquia, tuve contactos con los misioneros y todo eso me fue fortaleciendo, me fue animando y por parte fue la motivación para ingresar al seminario, pero siempre buscando ese deseo de servir a Dios y servir a los hermanos, y esto fue lo que me llevó a mí a optar por ser cura, el amor a Dios, el amor a los hermanos y que también vengo de una familia muy católica, sencilla y humilde.
P:¿Cómo se forma un cura?
R: En mi caso yo soy de congregación religiosa, pertenezco a una congregación de los padres salvatorianos, hay procesos inicialmente, hay un acompañamiento vocacional durante un año o dos, dependiente de la madurez de la persona, después vamos a un año que se le llama prenoviciado, después tenemos un año noviciado para profundizar los votos, de pobreza, de castidad y obediencia, después de ese año noviciado vamos a a una casa de estudiantes, vemos filosofía, estudiamos teología, normalmente sacamos la licenciatura tanto en filosofía como en teología, al acabar con esto tenemos experiencias de visión, a esto se llama a año pastoral y al cabo de diez u once años se nos da el ministerio sacerdotal dentro de la Iglesia. Es una formación muy rigurosa.
P:¿La Iglesia te paga?
R: No, ser cura no es para ganar dinero ni para hacer fortunas, en el caso de la vida consagrada hacemos un voto de pobreza, la comunidad en la que todos trabajamos, hay un fondo común; para la cuestiones médicas, de estudios, para sacerdotes religiosos que por problemas de salud o de edad ya no pueden trabajar, entonces lo que ganamos no es para nosotros sino para la comunidad, pero desde que entramos al seminario tenemos claro que no nos hacemos curas para ganar dinero.
P:¿Los curas también se confiesan?
R: Sí, entre nosotros los sacerdotes nos confesamos y también tenemos nuestros directores espirituales, que humanamente necesitamos, también de beneficiarnos de la misericordia de Dios y una manera de beneficiarnos de la misericordia de Dios es reconociendo nuestros pecados como seres humanos que somos.