Un centenar de alumnes, padres y madres se encerró la tarde del 6 de abril en el instituto Pérez Galdós. Este centro, es el único de los cuatro que hay en Madrid que ofrece una educación de calidad a niñes con autismo y que convive con cuatro centros concertados, está en pie de guerra desde que se anunció su cierre, se han producido varias reuniones con funestas conclusiones. Este instituto no ha ido perdiendo alumnes por sus características como dicen, sino que ha sido recortado brutalmente hasta su aniquilación quitándole la FP y sin proporcionarles el Bilingüismo, todo para favorecer a los cuatro colegios concertados en 1 km cuadrado de la zona.
El encierro comenzó de forma pacífica pero reivindicativa, dejando claro que se exigían soluciones al cierre. El anuncio del resultado de la reunión generó un gran descontento en les alumnes que trataban de impedir el cierre, y gritando »Mara dimisión» mostraban la completa desconexión entre la directora y les alumnes. Abandonaron el centro los miembros del Ministerio de Educación bajo una pitada escandalosa pero sin ningún tipo de violencia. La única que quedaba por salir era la directora, que encerrada en el despacho fue incapaz de salir bajo los gritos de sus alumnes pidiendo su dimisión, que diese la cara y explicase el porqué de esa pasividad pasmosa e incluso cómplice.
La directora finalmente se decidió a salir y escoltada por la policía recibió su comprensible abucheo y pitada, en un clima tenso, cuenta esto el sujeto que estaba delante de todo, la directora y cuatro agentes atravesaron el pasillo formado por les convocantes, y lo que tenía que ser un paseo rápido se convirtió en una escena desesperante. La directora se frenó en mitad del pasillo produciendo la ruptura de la formación policial, generando una tensión innecesaria en la que un agente de la UIP que formaba delante empujó y lanzó a una compañera contra la puerta, un acto violento que podría haber acabado en avalancha sobre la chica en caso de que un compañero no hubiese empujado por detrás al agente. Finalmente con el paso despejado la directora abandonó el centro bajo un caluroso estruendo por parte de quienes resistíamos dentro y medio centenar de personas que apoyaban desde la puerta. Tras abandonar la directora, el agente de la UIP se giró y fue a ajustar cuentas con el compañero que le había empujado, intentando llevárselo a una sala a solas. Esto fue impedido por les manifestantes allí presentes y el compañero fue detenido y llevado a dependencias policiales.
Finalmente fue desconvocado el paro ante las malas expectativas, entendiendo que la lucha no acaba aquí.
Ya que es una noticia, ten cuidado con los juicios de valor: dices que la pitada a la directora estaba «justificada», y esto es una opinión, no una información. No deberían mezclarse estas dos cosas.