Voy a entrevistar a Lía García Pérez, doctora en física, investigadora, profesora de universidad y actualmente emprendedora, socia de la empresa logix5 Smart Solutions S.L, que se dedican a la robótica. Además, desde hace un tiempo trabaja en la robótica educativa. ( http://www.logix5.com/roboticaeducativa/)
Audio: https://clyp.it/ikxaix0b#
P: ¿A qué te dedicas, exactamente?
R: Pues mira, tengo una empresa pequeñita de robótica que hacemos tanto desarrollos de robótica e ingeniería pequeñitos como a la robótica educativa, a la formación en robótica y programación. Luego, a parte, yo soy profesora asociada en la universidad Carlos III, y doy a la semana seis horas de clase en la escuela politécnica.
P: ¿Qué es lo que te atrajo al mundo de la robótica?
R: Una casualidad. Realmente yo estudié física, en la especialidad de electrónica. Tenía ganas de probar algo de investigación cuando acabé la carrera, me gustaba la investigación. O yo me creía que me gustaba. Estuve buscando oportunidades, y surgió una en un centro del CSIC, de automática a la robótica. Cuando me contaron de qué iba el proyecto, de automatización de un tractor en el entorno agrícola, me pareció interesante pero, la verdad es que yo no tenía ni idea de robótica. Me llamó mucho la atención todo el tema de la inteligencia artificial, y así empecé, un poco de casualidad. Luego, el caso es que me gustó mucho.
P: ¿Con qué obstáculos te has encontrado durante tu carrera?
R: El principal ha sido el estado de la investigación en España, al principio, cuando nosotros hacíamos investigación. Lo difícil que era empezar un proyecto y mantenerlo. Me da mucha pena, por ejemplo, que el proyecto que yo desarrollé del tractor autónomo para mi tesis una vez yo lo dejé nadie lo recuperó, ni hubo financiación para mantenerlo, y ahí se perdió mucho trabajo. La investigación es una carrera de obstáculos. Luego, cuando nosotros decidimos montar la empresa, pese a todo lo que se oye de ayudas a emprendedores y todo lo que hay, realmente es muy difícil sacar una empresa adelante. Hay muy pocas ayudas, hay muy poca financiación, y es bastante costoso.
P: ¿Qué te hizo enfocar la robótica a la educación?
R: Pues otra casualidad, porque yo sí que conocía… Había trabajado con los materiales que había de lego, pero siempre para edades más avanzadas. El caso es que cuando mi hija pequeña estaba en el cole yo estaba trabajando con un robot en casa, y ella estaba estudiando las profesiones, y dibujó a su madre haciendo un robot. La profesora me preguntó si era verdad que yo tenía un robot y que trabajaba con robots y si podía ir a contar a los niños de qué iba eso. Fui y me encantó. Estuve también en la clase de mi hija mayor, y esa experiencia sí que me hizo reflexionar, de qué a lo mejor ahí sí teníamos algo que aportar. Mis socios y yo estuvimos investigando, a ver en los países donde eso ya se hacía, qué se estaba haciendo, qué materiales había, qué podía aportar, si tenía sentido la robótica en educación… Y, bueno, por ahí fuimos viendo el camino.
P: ¿Qué beneficios tiene la robótica en los niños?
R: Yo creo que es algo a lo que ahora no podemos cerrar las puertas, en primer lugar. Nos guste o no, los robots están cada día más presentes. La Unión Europea está… Bueno, no me sé ahora mismo las cifras, pero hay un aumento de empleo brutal en el campo de la robótica, y desde luego parece que cada vez va a haber más robots presentes. Es algo a lo que no podemos cerrar la puerta. En ese sentido es importante que los jóvenes empiecen a convivir con esas tecnologías. Por otro lado, la robótica es una disciplina muy compleja, que abarca desde manipulación y visión espacial para construir, para ver cómo hay que poner una rueda, como para ver cómo crear diferentes estructuras hasta conocimientos de lógica, porque la programación sigue una lógica. Entonces, como disciplina compleja, permite desarrollar capacidades y, además, hacerlo en un entorno muy divertido, como es montar algo que funciona, con unos retos. Nosotros sí pensamos que es una herramienta beneficiosa, más que únicamente un fin.
P: ¿Qué proyectos tenéis de cara al futuro?
R: Estamos trabajando en nuevos materiales, que sean cada vez más abiertos. Materiales de robótica asequibles para todos, que se puedan imprimir con la impresora, que trabajen con todo lo que es las placas arduino y todo el conocimiento de software y hardware libre que hay ahora mismo. Estamos trabajando también en líneas de formación para adultos, para, bueno, puesto que parece que va a ser un entorno donde va a haber empleo, pues estamos tratando desde logix5 de desarrollar cursos de reciclaje para personas adultas, que les interese y puedan encontrar donde ahora no tienen. Que puedan encontrar un empleo. Luego, nos interesa, a nosotros especialmente, la idea de que la robótica pueda ser una actividad para todos. Adaptar materiales, y adaptar contenidos para poder trabajar con personas que tienen dificultades, tanto físicas, como personas con algún tipo de discapacidad visual, o incluso de movimiento. También hemos trabajado, y nos gusta mucho esa línea, con personas que tienen algún tipo de trastorno autista o trastornos de atención. Hemos visto que la robótica es una actividad que no tiene por qué discriminar, que todo el mundo puede estar contenido ahí. Entonces esas son nuestras líneas ahora mismo de trabajo.
P: ¿Qué opinas sobre esta idea de que los robots se nos van a ir de las manos en algún momento?
R: Yo creo que no. Los robots son máquinas. Siempre ha habido miedo. Esto que nos parece ahora que es una situación novedosa… Esto se ha repetido siempre. Cuando empezó a haber coches, hay titulares de periódicos de aquel entonces que pensaban que los coches iban a comerse a las personas, que iba a morir muchísima gente. Tenemos titulares de la revista Life, de los años sesenta, donde dice que los ordenadores van a sustituir a las personas para los años noventa, o algo así. Yo creo que esta es una situación que se ha repetido. Cuando hay un cambio tecnológico, cuando hay algo que parece que no estamos acostumbrados a ello tenemos miedo. Que es bueno y sano, porque también hay que ponerle unos limites a todo… Pero la tecnología la hacemos las personas. Será lo que nosotros queramos que sea.
P: ¿Dónde está logix5, y hacía qué edades lo enfocáis?
R: Nosotros tenemos un local en el Barrio del Pilar, al lado del metro de Peñagrande. Enfocamos… Pues mira, estamos trabajando a partir, sobre todo, de los seis años en adelante. Trabajamos también con adultos. Donde tenemos más alumnos, yo te diría que son entre ocho y catorce, pero también tenemos alumnos mas pequeños. Hemos trabajado y tenemos experiencias muy bonitas, más minoritarias, con niños muy pequeñitos, en una introducción a la tecnología a niños de cuatro y cinco años. Siempre de un modo de mucha manipulación, de construcción, con libertad para que ellos puedan experimentar. Y tenemos también experiencia con chavales más mayores, con dieciséis, diecisiete años, más orientado a la programación, cursos de impresión 3D…
P: Pues muchas gracias.
R: Muchas gracias.