Todos conocemos a el creador del famoso personaje Don Quijote de la Mancha, pero aquí os enseño algunas pequeñas anécdotas de la vida de Miguel de Cervantes que seguramente no sabíais.
- Durante la Guerra Civil Española, la iglesia de Alcalá de Henares donde bautizaron a Miguel de Cervantes fue asediada. Por suerte, poco antes, el cura de la parroquia había rescatado su partida de nacimiento y la había guardado en una caja de galletas metálica que un amigo soldó y metió en un pozo, donde permaneció encerrada durante tres años. El documento quedó intacto y muy pocas veces ha salido del Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
- Los once autógrafos que se conservan de Miguel de Cervantes en España, según explica Lucía Megías, son documentos fechados entre 1582 y 1598, vinculados a la vida profesional de Cervantes como comisario general de abastos y recaudador de impuestos.
- Por mucho que lo apodaran el manco de Lepanto, a Miguel de Cervantes no le cortaron la mano en la batalla de Lepanto (1571), sino que se le quedó el brazo izquierdo tullido por tres arcabuzazos.
- Después de ser capturado por piratas bárbaros, Miguel de Cervantes fue esclavo por 5 años. Tanto Cervantes como su hermano fueron esclavos hasta que fueron liberados tras el pago de su rescate, Cervantes no pudo evitar endeudarse por los quinientos escudos en oro que tuvo que pagar como rescate por su cautiverio.
- Cervantes nunca recibió ningún tipo de pago por su obra Don Quijote de la Mancha.
- Hay diversas pinturas, esculturas y dibujos que suponen retratar a Miguel de Cervantes, pero lo cierto es que no existe ningún registro de su verdadera apariencia y el arte solo se inspira en información poco precisa.
- Miguel de Cervantes estuvo varias veces preso por periodos cortos y se dice que los aprovechó para escribir parte de Don Quijote de la Mancha.
- Su oposición a la Iglesia era tan evidente que llegaron a excomulgarlo hasta en tres ocasiones.