Mis Navidades no han sido nada del otro mundo, suelen ser iguales, familia, amigos, eternas cenas, ambiente estresante, mucha gente por la calle e insoportables canciones. Pero más allá de eso, en el fondo no me lo he pasado tan mal, han sido bastante tranquilas.
He descansado bastante, he hecho pocas cosas productivas más allá de estudiar y comprar regalos a mis seres queridos. Explicando el título, anímicamente no he estado muy bien, a veces no podía quedar con amigos, no he visto a mi pareja en todas las vacaciones, y me he pasado días encerrada en casa viendo películas de Marvel ya que no me podía ni mover de la cama por esa odiosa gripe, y escuchando los nuevos discos de Metallica y Extremoduro que me han regalado.
¿Nuevas experiencias? Ninguna, aunque bueno, para eso está la imaginación, el lápiz y el papel. Mil dibujos de mil cosas diferentes, momentos reales, o momentos que solo aparecen en mi mente.
Lo que más me ha gustado ha sido el buen ambiente familiar, fuera discusiones y tonterías así, el cariño y muchas risas, que con mi familia nunca faltan.