Mis vacaciones, no han sido especiales, es más, han sido bastante más aburridas y desagradables que otros años, pero no lo he visto de esa forma, de esa perspectiva. Es irónico que hayan sido las peores Navidades que haya tenido y que no lo sienta como tal.
Lo veo como una despedida a un año bastante agridulce, y como no, lo más ácido tuvo lugar al final.
Este año, para mí, ha sido el mejor. Me ha hecho madurar. He sentido y experimentado cosas que la mayoría de gente que conozco no sabe. Ha venido y se ha ido gente que pensaba que no se iría.
No he hecho absolutamente nada interesante estas Navidades, bueno a lo mejor cuenta jugar al Trivial, pero no lo creo. Pero aún así, necesitaba este último suspiro del año antes de empezar, con otra mentalidad, este 2017. Como he dicho unas líneas más arriba, lo más ácido de mi año ha sido al final, pero no me arrepiento de nada de este 2016.
Estas navidades, sólo me han servido para echar la vista atrás y ver, cuanto he cambiado, ya sea mucho o poco. Pero lo he hecho. Y por eso, mis navidades, aunque aburridas, han sido bastante necesarias.