Los buenos estudiantes. Entrevista a Susana Periáñez
La vida de las personas está marcada desde su más tierna infancia hasta que llega bien entrada su madurez por los estudios, una dura etapa en la que tenemos que convivir con buenos y malos compañeros, profesores más amables o estrictos, más simpáticos o bordes, más o menos exigentes… Con exámenes de todo tipo y dificultad, con largos periodos de estudio y trabajo consumiendo horas de sueño y ocio y con tantas y tantas anécdotas, mejores o peores, que después de prácticamente vivir en el instituto acabamos acumulando.
Por ello es básico ser buen estudiante, para que el recuerdo y las consecuencias de esta etapa sean buenas y no estemos desaprovechando una época tan importante de la vida.
Pero, ¿qué es ser un buen estudiante? ¿Cuáles son las claves para ser un buen estudiante?
Nadie mejor para responder que una mujer que ha dedicado su vida a los estudios, incluso aún en su madurez ya con la enseñanza pues es la directora del instituto Celestino Mutis de Madrid, Susana Periáñez Fernández.
-¿Eras una buena estudiante?
Durante el bachillerato era normal, tenía una beca y debía aprobar todo en junio, sacaba muy buenas notas en matemáticas o ciencias naturales pero era muy difícil para mí la lengua y el latín.
Al llegar a la Universidad mejoré mucho
-¿Cuántas horas al día estudiabas?
En el bachillerato dos, mi bachillerato empezaba a los 10 años y terminaba a los 17.
-¿Qué te parece eso de estudiar el día de antes?
Inevitable para los que se organizan mal, pero el rendimiento es muy bajo y según pasan los cursos cada vez es más difícil aprender
-¿Cuál es la clave para aprobar cualquier examen?
Para aprender lo bueno sería: atender mucho en clase, repasar lo explicado día a día y preparar el examen con al menos un buen repaso. Para aprobar es muy importante conocer bien al profesor, tener una buena autoestima y haber estudiado suficiente.
-¿Cuando estudiabas te planteabas ser profesora? ¿Y directora?
No, inicialmente cuando llegue a la Universidad quería ser investigadora y eso es lo que hice en mi primer trabajo, paralelamente tuve la oportunidad de dar clase (media jornada) en un centro privado y descubrí que donde yo era plenamente feliz era en la enseñanza, terminé mi tesis doctoral y me dediqué exclusivamente a la enseñanza.
Desde luego directora es algo que ni se me pasó por la imaginación nunca hasta hace 6 años.
-¿Has trabajado solo en institutos?
Como he señalado en la pregunta anterior estuve 6 años en un centro privado
-¿Qué significa para ti ser profesora?
Es un trabajo, por lo tanto una forma de ganarme la vida. Este trabajo tiene muchos componentes, exige un gran equilibrio emocional, gran capacidad de compresión del alumnado, interés por estar al día, capacidad de empatía con todos los miembros de la comunidad educativa y sobre todo capacidad de disfrutar con lo que haces. Aunque este último componente es propio de todos los trabajos pero creo que en la enseñanza si no lo tienes el día a día se hace insufrible.
-¿Cómo han cambiado los profesores y los estudiantes con el paso del tiempo?
Lo que ha cambiado es la sociedad. En España venimos de un régimen dictatorial, con una sociedad en la que hacerse preguntas sobre el por qué de las cosas podía crearte muchos problemas y hemos pasado a una sociedad democrática en la que debes preguntar y exigir explicaciones de los acontecimientos diarios.
Los alumnos y profesores son reflejo de esa sociedad y ese ha sido su cambio.
Por otra parte se ha intensificado el consumo y se ha dejado de valorar el esfuerzo y esto también ha repercutido en el tipo de alumno y profesor.
-¿Cómo llegaste a directora del instituto?
La decisión de ser directora fue muy rápida y sorprendente incluso para mí. Hubo un momento en el que pensé que el Centro necesitaba una mayor estabilidad y a continuación pensé que si conseguía un buen equipo podría presentar mi candidatura a la Dirección del Centro.
Tomada la decisión presenté mi proyecto de dirección y un tribunal constituido por una inspectora, una directora de instituto, dos profesoras, una alumna y una madre de alumna del Centro, valoraron el proyecto y le dieron su aprobación. Además se valoró el currículum académico y profesional que tenía.
-¿Cuántos alumnos hay en el centro?
Aproximadamente 700
-¿Al instituto le hace falta más dinero?
Al instituto le hace falta más inversión sobretodo en profesorado, es necesario que el profesor pueda tener más tiempo para sacar adelante proyectos, para poder mejorar y renovar su método de enseñanza y para atender a sus alumnos.
Con respecto a las infraestructuras lo que hace falta es que no reduzcan el dinero y que mantengan lo que se tiene sin que se deteriore.
También haría falta más dinero para tener todas las aulas con proyector (cañón) y ordenador para dar clase.
Otra inversión sería la que permitiese que ningún alumno se quedase sin participar en una actividad extraescolar por el hecho de no poder pagarla.
Los laboratorios, talleres y aulas de informática deberían poder actualizarse sin problemas.
El laboratorio de idiomas no se ha podido actualizar y para esto también hace falta dinero.
Pero lo más importante es que se invirtiera en más profesorado, de manera que la ratio de alumnos/aula fuera menor y que el profesor diese menos horas de docencia directa.
-¿Cuál ha sido la peor ley de educación que has vivido jamás?
Si me preguntas por las que he vivido te diré que lo peor siempre ha sido el comienzo de la aplicación de cada una de las leyes que he conocido.
Todas se han implantado sin la opinión del profesorado y lo que es peor sin que este tuviese un conocimiento claro de las leyes implantadas.
Otro gran problema ha sido y sigue siendo la celeridad con que se cambian, es imposible que se apliquen bien si cuando se va conociendo como desarrollarla por parte de los agentes ejecutores de su puesta en marcha (profesores y responsables educativos) de nuevo se vuelve a cambiar.
-¿Crees que el nivel de exigencia del instituto es bajo? ¿Hace falta aumentarlo?
El nivel de exigencia no es bajo. Lo que hace falta es seguir haciendo hincapié en el esfuerzo y el trabajo.
-¿Las buenas notas dan más margen para tener un mal comportamiento?
No entiendo bien esta pregunta, generalmente el alumno que saca buenas notas tiene un buen comportamiento.
-¿Estás a favor de los uniformes? ¿Crees que inculcan disciplina?
No, no estoy a favor de los uniformes.
Estoy a favor de la educación, de enseñar a ir correctamente vestidos y de manera adecuada a cada circunstancia.
No es verdad que el uniforme permita que no haya diferencias, por propia experiencia cuando íbamos de uniforme estaba muy claro quien lo tenía nuevo y quien tenía que ir con un uniforme viejo por no tener dinero para renovarlo.
Algunos padres dicen que es más cómodo para ellos que sus hijos tengan uniforme, pero los hijos no se tienen por comodidad.
-¿Cuál ha sido el peor conflicto que ha ocurrido con un alumno en lo que llevas de directora?
Los peores conflictos son los que se derivan de la desatención que reciben algunos alumnos por parte de sus padres. Son situaciones muy difíciles de abordar y en las que el Centro no siempre puede hacer lo que quisiera.
Las situaciones más duras las he vivido cuando observas que algún padre no se quiere hacer cargo de su hijo, pero eso es muy excepcional.
-¿Has cogido manía a algún alumno, o sabes de algún profesor que lo hiciera?
Manía es algo que no me planteo, es muy incómodo vivir con manía hacia alguien con el que tienes que convivir.
-¿Es más duro ser estudiante o ser profesor?
No es ni más ni menos duro. Cada ocupación tiene su momento. Para una persona en edad escolar sería durísimo tener que asumir responsabilidades y obligaciones propias de un profesor y a la inversa también.
Un adulto desea ser independiente y mantenerse a sí mismo, sería terrible ponerse a estudiar y a depender de otros adultos que te mantuviesen. Pero no olvidemos que un profesor siempre sigue estudiando. Pondré un ejemplo que conozco bien, en biología más del cuarenta por ciento de lo que explico, no ya en bachillerato, si no en 4º de la ESO no se había descubierto o descrito con toda precisión cuando estudié la carrera, es decir se tiene que seguir estudiando si quieres ser un buen profesor.
¿Crees que hay diferentes tipos de estudiantes o todos son iguales?
La personalidad de los estudiantes es muy variada como lo es la personalidad de todos los que componemos la sociedad. Cada estudiante saca más o menos partido a las oportunidades que recibe para aprender y crecer, por esto es muy interesante que haya también distintos tipos de profesores.
-¿Cómo ves a los estudiantes que arrancan a llorar al suspender un examen? ¿Te ha pasado alguna vez?
El llorar por un examen puede responder a muchas causas, depende de la trascendencia del examen y del estado anímico del alumno, incluso yo también diría de su fortaleza física en ese momento.
También depende del carácter del alumno y no hay que olvidar la edad de los alumnos en los institutos es una edad de cambio y autoafirmación que les puede llevar a no controlar sus emociones.
Lo que no me gusta es cuando el alumno trata de hacer responsable a otro persona, generalmente al profesor, de sus fracasos. Si no asume su responsabilidad en el fracaso no habrá solución y no madurará.
El que yo haya llorado o no es irrelevante.
-¿Y si esa nota es de notable?
Cuando un alumno llora, está expresando su disgusto por su fracaso o la decepción por el resultado, no depende de la nota obtenida. Sí que es verdad que te hace sonreír cuando ves los sofocones que se cogen algunos alumnos cuando obtienen un notable, en esos casos también hay que animarles a que aprendan y den la importancia que tiene ese notable.
-¿Qué le dirías a los padres que regañan a sus hijos por sacar menos de un sobresaliente? ¿Es correcto aquello de «tú tienes capacidad para sacar 10, no te podemos exigir menos»?
Les diría a esos padres que se preocupen de que su hijo sea feliz, solidario y trabajador, pues son los valores por los que merece la pena luchar.
-En definitiva, ¿qué es para ti ser un buen estudiante?
Pues en parte la pregunta ha sido respondida en la pregunta anterior.
Pero aclarando más la respuesta diré que valoro mucho el trabajo, la curiosidad por conocer el por qué de las cosas, la solidaridad, la creatividad, la autoestima, el respeto entre iguales y a los profesores.
Muy largo para leer , podrias poner el audio
Muy Bueno