Hay días en que uno lo intenta. Que no quiere ponerse antisistema. Que trata de ponerse en el lugar del otro.
Y cuando leo que un hincha se libra de ser mesa electoral porque tiene entradas para la final de la Shempions, uno trata de razonar por qué le han dado permiso. Y pienso que, claro, hay un perjuicio económico y que la entrada es cara y, al ser nominal no se puede revender, al menos oficialmente.
Y luego uno recuerda que el partido es el día anterior. Y que en coche no se tardan ni6 horas (según Google Maps) en viajar de Lisboa a Madrid.
Y vuelve a perder la fe en esta sociedad.
2 comentarios
Viendo a la panda que acompañaba ayer a los presidentes de los equipos en el palco, me parece que este hecho tiene una lógica absolutamente aplastante: En alusión al opio del pueblo que mencionas en el siguiente post, qué bien saben utilizar ese opio.
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Llegamos a creernos que los poderosos no eran tan poderosos. Pero mientras el pueblo sigamos pasando de esto, sigamos siendo ignorantes, seguirán manteniendo su poder.