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Libre al fin

(Aviso: entrada personal y absolutamente de desahogo)

Por fin se acabó. He llegado a sentirme gilipollas por algunas cosas que he hecho por mi ex pero ya no hace falta.

Tengo muchos defectos: tiendo a creer a la gente y soy cabezota, entre otros. Por eso, cuando me dijo que no quería perder el contacto, la creí, y por eso, cuando sentí que podría verla sin que me doliera demasiado, hablé con ella.

Fue antes de Semana Santa y estaba muy liada, así que lo fue posponiendo. Un mes después ella seguía sin estar muy por la labor y pasó casi otro mes.

Como soy un cabezota, me fastidió que pasara. Sobre todo, me fastidiaba que quien me había dejado y quisiera mantener el contacto pasara y fuera yo, el abandonado, el que estuviera haciendo el esfuerzo. Y como soy un cabezota, insistí. Excesivamente.

Un día me llegué a preocupar por ella: entendí mal (horriblemente mal, y luego voy de inteligente por la vida) ciertos detalles y me preocupé por ella. De esa manera descubrí que me había bloqueado.

Ha pasado otro mes desde entonces, Tenía escrita, a mano, una carta muy sentida en la que le pedía que me dijera si quería que la dejara en paz o qué, pero que me dijera algo. No se la he llegado a mandar porque me da vergüenza.

Bueno, supongo que no se la he mandado porque no ha hecho falta. El lunes la invité a un café, aprovechando que la residencia de mi madre está muy cerca de Navalcarnero y ni siquiera se dignó responder. Decidí acercarme, de todas maneras. Vi que su coche tiene un golpe y me volví a preocupar por ella. Si ella lo estuviera leyendo, no lo creería, pero allá ella.  No parecía estar en casa, así que me fui.

Y hoy me ha llegado un WhatsApp suyo diciéndome que no tiene nada que decirme porque no tenemos nada en común. Eso decía yo en diciembre… Y me he sentido aliviado,

La pena es que he perdido amigas, las de Navalcarnero. Siempre fueron más amigas de ella que mías, y yo estoy muy lejos. Las echaré de menos, pero es lo que tienen las rupturas.

Todavía la quiero, supongo, y una parte de mí siempre la querrá, pero no me merezco esto. Y cuando pasan de ti de esta manera y lo que sientes, sobre todo, es alivio y no dolor…

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