No, ni voy a hablar de pornografía ni de matemáticas. Aunque algo sí tiene que ver con las ecuaciones: todavía tengo que averiguar su valor. Su valor fonético.
Porque hasta hace unos años, la X se podía pronunciar en español de tres formas, atendiendo a la posición y también a la historia de la palabra:
- Como /ks/ cuando aparece después de una vocal: «excelente», «exacto».
- Como /s/ cuando va en inicio de palabra: «xilófono».
- Como /x/ (en realidad es una ji griega, que se pronuncia como una jota) en algunas palabras que mantienen la ortografía antigua: «México», «Xerez».
Pero últimamente ha aparecido un uso nuevo para esta letra. Lo que normalmente los modernuquis escriben con una arroba («Querid@s amig@s»), los extremistas de izquierdas lo radicalizan aún más: «Queridxs amigxs». Y la duda que se me plantea es cómo cojones se pronuncia eso.
Estos radicales parten de una posición teórica clara: la hipótesis Sapir-Whorf, que dice más o menos que nuestro idioma moldea nuestra forma de ver el mundo. Es famoso el ejemplo de los esquimales, que tienen 40 palabras para referirse a la nieve. Según esta hipótesis, el hecho de que su idioma tenga tantas palabras para la nieve es lo que les permite distinguir tantas clases, y no al revés. De esta manera, si metemos en el español una forma no marcada sexualmente como la arroba o la X de las narices, esto nos llevaría a ver ambos sexos como iguales.
Pero hay una palabra que en la anterior legislatura se aplicó mucho a Zapatero y que creo que viene al caso: «voluntarismo». Pretender que pase algo haría que ese algo acabara pasando. Por eso Zapatero negó la crisis, para que no llegara.Pero llegó, vaya si llegó.
Y me parece bastante claro que la hipótesis Sapir-Whorf es una chorrada y que el voluntarismo no funciona, así que pretender que la gente escriba «Queridxs amigxs», o incluso ese «De tod@s para tod@s» que aparece en las camisetas verdes es inútil. Que Leire Pajín crea que usar eso va a cambiar la sociedad en algo dice mucho de la inutilidad del intento.
Hipótesis Sapir-Whorf, voluntarismo
4 comentarios
Saltar al formulario de comentarios
Me parece haber leído a José Antonio Marina (en La selva del lenguaje, probablemente) lo de las doce palabras distintas para designar la nieve en función de su dureza, su permeablilidad, su estado de descongelación, etcétera. Ahora bien, aunque a mí esa información me parece de lo más hermosa, y de hecho la he puesto como ejemplo en clase algunas veces, en el libro de Irene Lozano Lenguas en guerra (o en conflicto, no lo recuerdo con exactitud) esta filóloga sostiene que hay estudios que han puesto en cuestión que el artículo que estudiaba la lengua inuit fuera fiable, para añadir, además, que también en español hay como una quincena de términos referidos a la nieve en sus más variopintos estados.
Como toda esa inforamción la tengo un poco lejana, no sería capaz de inclinarme por una o otra opción, pero sí me gustaría que a quien le interese el asunto tenga presente lo escrito por estos autores.
Y acabo con este tema: recomiendo el libro de Oliver Sacks titulado La isla de los ciegos al color (donde,aparte de una lectura extraordinaria sobre botánica, biología, medicina, neuropsiquiatría y algunas cosas más, aparecen las razones de algunos nombres muy curiosos en algunas islas del Pacífico) y un clásico de la antropología como es El antropólogo inocente, del británico Nigel Barley, donde relato su primer trabajo de campo en África, con unos resultados realmente hilarantes. Y es que la divulgación científica no tiene que estar reñida -cuando detrás hay un buen escritor y un buen científico – necesariamente, con el humor y la diversión. Ambos están publicados por la editorial Anagrama.
Gracias por la bibliografía. La antropología no es muy fuerte, creo que solo he leído Jefes, cabecillas, abusones de Marvin Harris, interesante pero un poco árido.
xDxDxDxDxD x 1000