Estamos aquí, al cabo de todo.
Después de la guerra, la dictadura
y los cadáveres en Madrid.
Hemos llegado y no sabemos a dónde
porque los que debían guiar
estaban más perdidos que nadie.
Estamos aquí, en medio de nada.
Aunque hemos sobrevivido a mucho,
tampoco es que hayamos hecho gran cosa.
Y los que somos más jóvenes
–aunque sea de espíritu–
nos hemos sentido perdedores.
¿De qué os quejáis?, nos preguntan.
Tenéis Internet, consolas, anuncios,
TDT, Champions y botellones.
Y muchos no saben realmente de qué se quejan.
Pero sienten que deben quejarse.
Un día, el malestar nos estalló
y resultó que no estábamos solos.
Que éramos muchos los que estábamos
perdidos, como ovejas sin pastor.
Tras gritar, nos preguntamos qué hacer.
¿Y qué haces cuando no sabes a dónde ir?
Es evidente: volver al principio,
al origen de todo.
Y las carreteras de España nacen indignadas en Sol.
PD.- Por si no te has fijado, la fecha no es el 15-M, sino el 19-J. ¡A por ello!
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