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4 comentarios
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A no ser que realmente sea un amor no-amor… creo que el amor se confunde con muchas otras cosas y achacamos a él decepciones precisamente por no saber lo que realmente es.
Muy cierto. Debería haber una asignatura en el instituto de «Educación Sentimental», para distinguir el amor de lo que no es amor.
Eso sí, ¿quién se atreve a dar clases? ¿El Dr. Amor?
Educación afectiva dicen que se llama.
Pues cualquiera puede dar esas clases… cualquiera que esté preparado. ¿No hay clases que forman el intelecto y otras el físico? ¿Por qué no clases que formen el corazón y la voluntad? Todos somos imperfectos y a la vez todos humanos y si somos honestos y sinceros, que mucha gente no lo es, podemos llegar a descubrir unos valores mínimos y básicos para ser lo mejor que cada uno pueda ser.
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Qué difícil de conseguir, y qué bonito si lo conseguimos.