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Qué piensa polkillas de los controladores

(Qué importante suena el título…) He estado bastante tiempo sin escribir por aquí. Por «suerte», no tengo seguidores que inunden los comentarios de peticiones y sugerencias. Desventajas (a veces es una ventaja) de llevar un simple blog personal. Aviso a navegantes: post largo.

Estos días de comidas, cenas y eventos varios (si junto ganas, ya escribiré la entrada navideña, pero esta vez no toca) he tenido varias conversaciones con personas de muy diferente extracción social, como dicen los sociólogos (siempre me he imaginado un sociólogo inmenso, demiúrgico, cirniéndose sobre la sociedad y extrayendo a quienes quiere estudiar con sus enormes manos sociológicas). Y, sin embargo, los asuntos de las conversaciones han tendido a ser los mismos: la lotería de Navidad, la crisis (por separado y juntos, claro), Wikileaks y los controladores.

Mi intención es escribir sobre la mayoría de estos temas, para desahogarme, más que nada, puesto que echo a veces de menos una conversación más profunda, menos de compromiso. Que una cosa es la comida del instituto, más formal y con gente que nos conocemos menos, y otra cosa es con mi gente. Es o debería ser, más bien. Pero como conozco mi falta de constancia, a lo mejor esta entrada queda huérfana. Pero por lo menos que no se diga que no he empezado.

Para empezar, cómo veo yo el tema de los controladores. He leído bastante, sobre todo en periódicos y blogs «progresistas» (esta palabra cada vez me parece más vacía de contenido), y he intentado crearme una opinión propia. No sé si lo he conseguido.

Pero al asunto. Los controladores son privilegiados, es verdad. Cobran un pastón, trabajan poco y, además, forman una colectivo que (siendo pocos) controlan un elemento básico de la economía nacional. Cuando pienso esto, me viene a la cabeza la afirmación de Paul Muad’dib en Dune sobre que quien controla realmente algo es quien puede destruirlo. Y los controladores han demostrado que podían.

Ahora bien, ¿por qué han llegado a esta situación? Hay dos respuestas políticas y, por lo tanto, más simples que el mecanismo de un chupete:

  1. La culpa es del PP, que les dio un convenio de putísima madre y se han aprovechado.
  2. La culpa es del PSOE, que tienen el país fuera de control y no han puesto coto a las exigencias de los controladores.

¿No es curioso darse cuenta de que ambas respuestas NO son incompatibles? No estoy muy seguro, pero me da la sensación de que la verdad incluye algo de las dos. Pero me faltan datos: no sé si es verdad que ha sido AENA quien ha impedido que se formen nuevos controladores porque les salía más barato el asunto de las pagas extras, o si los controladores controlaban (perdón por la redundancia) la formación de nuevos trabajadores, o si el actual gobierno ha hecho todo lo que podía dentro de la legalidad para reconducir la situación antes de que se saliera de madre. No lo sé, y de lo que no sé no opino.

De lo que sí puedo opinar es de algunas actitudes que he visto en los controladores antes de y durante la crisis: por un lado, los controloadores aéreos tienen un sindicato absolutamente inoperante. La USCA no ha convocado una huelga en toda su existencia. Por otro lado que no tiene nada que ver, los controladores aéreos tienen una salud terrible. Seguramente por la radiación que reciben en las torres de control, se ponen todos enfermos a la vez cuando habían decidido abandonar su puesto de trabajo.

Esto es una puñetera estafa a la Seguridad Social. La Inspección de Trabajo tendría que revisar cada baja médica presentada por los controladores y hacer que a ellos y a los médicos que han firmado esas bajas fraudulentas se les cayera el pelo. Y abandonar los puestos de trabajo alegando estrés es repugnante, se supone que gran parte de su formación consiste en aprender a manejar el estrés de su trabajo.

Sin embargo, debo añadir que cuando los trabajadores del Metro de Madrid hicieron huelga, yo los apoyé por completo. Pero, aunque se parecen, no eran el mismo caso: en el Metro se convocó una huelga ante una decisión, cuanto menos, cuestionable del gobierno de la Comunidad. Y fue una huelga, salvaje pero huelga, tengamos en cuenta que los servicios mínimos impuestos por Espe (y antes por Gallardón) han sido sistemáticamente declarados abusivos en los tribunales. Y al final, los metreros se avinieron a sentarse con el gobierno y aceptaron una rebaja en sus salarios, bien es cierto que bastante menor de lo que había dispuesto Espe. Mientras que los controladores no convocaron ninguna huelga, digo yo que para no perder el sueldo de esos días.

En resumen, que creo que los controladores son culpables, al menos en gran parte, de la situación que se dio, y que era intolerable por el deterioro de la imagen de España (que seguimos viviendo del turismo, señores) y de la economía en general, no está el horno para bollos.

Ahora bien, ¿son los únicos culpables? Y ¿alguien ha aprovechado que el Pisuerga pasa por Burgos? No, no me he vuelto loco (creo) con la segunda pregunta. Pero respondamos primero a la anterior.

Es evidente que el gobierno de Zapatero tiene su parte de culpa en el caos que se formó. No voy a entrar en si era necesario o no publicar el Real Decreto el día antes del puente, en si era una provocación o en si buscaban lo que acabó pasando. Simplemente, debemos tener en cuenta que llevan 6 años gobernando. Y en esos 6 años no han hecho nada por cambiar la situación laboral de los controladores por algo más normal: menos horas extra y más plantilla, básicamente. 6 años se dice pronto, pero son dos mil días…

Y ahora, la segunda pregunta. Una vez que la situación se le va de las manos, el gobierno decreta el estado de alarma. No soy jurista, así que no acabo de entender si se cumplen los requisitos, pero estoy a favor, me parece que hacía falta. Quizás porque no he vivido la dictadura (¿cómo que cuál?: la única que ha habido en España, claro), no les tengo miedo a los militares, y si según parece se limitan a estar en las torres comprobando que los controladores hacen su trabajo, está bien.

(eso sí, no estoy convencido de que hiciera falta prolongar el estado, me parece que la militarización quebró el espinazo de los controladores)

Y llego por fin a donde quería llegar. Me da igual que el Pisuerga pase por Valladolid. Pero no entiendo qué tiene que ver el conflicto de los controladores con la privatización de AENA. No veo la relación, quizás por ser un rojo irredento. Pero es que no lo veo. Y me gustaría que alguien me explicara, una vez que se decide privatizar, por qué no se privatizan todos los aeropuertos, sino sólo los que dan beneficios (Barajas y El Prat, creo recordar aunque hablo de memoria y puedo equivocarme). Al final, estos socialistas hacen una política liberal á la Aguirre, no lo entiendo. Si alguna empresa se quiere encargar de los aeropuertos, adelante, que se encargue de los aeropuertos. Pero de todos, no de los que le interese. Porque si no, vamos a un Estado que se encarga de lo ruinoso mientras privatiza lo rentable. Y esto, señores, sí que es injusto. Esos aeropuertos que se van a privatizar no han salido con la humedad cual hongo, sino que se han pagado con los impuestos de todos, y al final nuestros impuestos van a servir para que algún constructor (Florentino, estoy hablando contigo) se haga más rico todavía, viva la redistribución inversa de la riqueza.

Y un último detalle, para ir terminando, que esta vez me he enrollado más que las persianas. Algo que me parece maravilloso es que en este país (léase con el tono con que lo podría decir Machado), cuando encontramos una «casta» de privilegiados, buscamos igualarnos a ellos. Pero no subiendo nosotros, sino bajándolos a ellos. La sempiterna envidia española, me parece. Es cierto que los funcionarios somos privilegiados («contrato» y sueldos fijos) así que, coño, hagamos que las condiciones laborales del resto mejoren y todos salimos ganando.

Pero no. Los funcionarios ganan mucho: a por ellos. Los controladores ganan mucho: a por ellos. Los pobres ganan mucho: pero ya era tarde.

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