Veo árboles verdes, rosas rojas también.
Veo todo florecer para mí y para ti.
Y pienso para mí: qué mundo más maravilloso.
Veo firmamentos azules y nubes blancas.
El bendito día brillante, la sagrada noche oscura.
Y pienso para mí: qué mundo más maravilloso.
Los colores del arco iris, tan hermoso en el cielo,
son también las caras de la gente que pasa.
Veo amigos chocando las manos, diciendo «¿Cómo estás?».
En realidad, están diciendo «Te quiero».
Oigo bebés llorando, los veo crecer.
Aprenderán mucho más de lo que yo nunca supe.
Y pienso para mí: qué mundo más maravilloso.
Sí, pienso para mí: qué mundo más maravilloso.
Oh, sí.
————-
Para esos días en que lo olvido.
Comentarios recientes